Tommy Bolin ha pasado a la historia por ser el guitarrista que sustituyó a Ritchie Blackmore en Deep Purple. Aunque efímero, debido a su fallecimiento a causa de las drogas, su aporte al legado del mito Purple dejó una huella imborrable.

Pero la trayectoria de Tommy Bolin no se limitó a los servicios prestados junto a Deep Purple. Hay una parte de la carrera del excepcional guitarrista muy poco conocida por el público. Incluso, gran parte de su trabajo permaneció oculto hasta que, por circunstancias del destino, el productor Greg Hampton descubrió unas cintas en las que el músico había puesto su habilidad y carisma al servicio de los más diversos estilos.

Precisamente, Tommy Bolin fue un guitarrista alejado de cualquier etiqueta, porque era un músico versátil cuya genialidad le permitía encuentros con cualquier estilo musical.

Whips And Roses II, es una muestra de ello, aquí se incluyen grabaciones en las que el guitarrista incursiona con igual brillantez en el jazz rock, la el funky, el soul, el blues y hasta en el reggae. En definitiva, la música de fusión.

Es un álbum ideal para descubrir el trabajo de Tommy, sin el estigma de Deep Purple. Flirtea con su inagotable capacidad creativa y con exquisito criterio extrae los sonidos más vanguardistas de su época. Estamos hablando de los años 70, su guitarra tiene un estilo personal al que no se le resiste ningún género. Si versatilidad acapara desde los cortes con sentido melódico hasta las hasta los que circulan por las fronteras de las jam sessions. En medio, un abanico de sugestivos sonidos.

Todas las composiciones están impregnadas del espíritu del malogrado guitarrista, pero en algunos casos, como Bagitblues Deluxe, Journey, Bolins Boggie o Some People Call Me, su marca queda reflejada con exquisita brillantez.

Una colección de los más diversos géneros, con el rock como base y la guitarra como increíble vehículo catalizador.