James Brown, también conocido como “el Padrino del Soul”, “el hombre más trabajador del espectáculo”, “el Señor Dinamita” y el “Superministro del heavy funk” fallecía el pasado día de Navidad en el Emory Crawford Long Hospital de Atlanta (Georgia) a consecuencia de una insuficiencia cardiaca. Tenía 73 años y había sido ingresado días antes por una neumonía. Según Charles Bobbit, amigo y manager del artista, las últimas palabras de Brown fueron: “esta noche me voy”. Después de decirlo, hizo tres largas respiraciones y cerró los ojos.
Los restos mortales del cantante descansarán a partir del sábado en su localidad natal de Augusta (Georgia). Antes de su llegada a esta localidad, los seguidores del músico podrán velar el cadáver en el Teatro Apollo de Harlem (Nueva York), testigo de grandes conciertos de James Brown. El entierro será precedido por un funeral, el cual tendrá lugar en el teatro de Augusta que lleva el nombre del intérprete.
Por otra parte, personalidades de todos los campos han manifestado su pésame por la desaparición del cantante. Mick Jagger quiso destacar que “era un torbellino de energía y precisión y siempre apoyó y fue muy generoso con los Stones en sus inicios”. “He admirado tanto su faceta de intérprete como la de líder de una banda. Su muerte es una gran pérdida para la música”, añadió.
Little Richard describió a Brown como un “un emancipador y un creador” y destacó su espíritu innovador al convertirse en origen de diversos estilos musicales. “La música rap... todo eso viene de James Brown”, dijo. En su opinión, “hemos perdido un gran tesoro”.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos de América, George W. Bush, envío un mensaje de condolencia a la familia del músico en el cual manifestaba sentirse “entristecido” por la noticia, al mismo tiempo que resaltaba el “talento innovador” de James Brown. “Como estadounidense auténtico, sus seguidores procedían de todo tipo de orígenes. Su familia y amigos están en nuestras oraciones y pensamientos esta Navidad”, finalizaba el comunicado.