Una vez establecido su retorno en el 2004, tras años de silencio, Sufocattion disparan nuevas salvas de pura adrenalina a través de su última grabación homónima.
Su vuelta a Relapse significó el retorno de un grupo clásico de metal extremo después de un largo periodo de silencio. Su apuesta en 2004 fue el álbum Souls To Deny, complementa con la reedición, en 2005, del clásico Human Waste, originario del ya lejano 1991.Una vez aposentados de nuevo en la discográfica que los acogió en sus inicios y con la etiqueta de ser uno de sus valores más preciados, nos entregan un álbum donde su estilo mantiene las características habituales: energía arrolladora y abrumadora crudeza.
Titulado de forma homónima para establecer el inicio de una nueva etapa, las diferencias que se pueden apreciar con respecto a sus anteriores trabajos son, ante todo, la calidad de la producción, dotada de un sonido más acorde con la tecnología actual, sorprendentemente bien mezclado, y unos ritmos más marcados, con el acelerador dosificado a una velocidad más prudente, en busca de un mayor asentamiento de los ritmos. Por lo demás, su apuesta sigue entroncada con la virulencia y el éxtasis sonoro.
La formación mantiene algunos elementos originales: Franc Mullen (voz), Terrance Hobbs (guitarra) y Mike Smith (batería). Además se mantienen Guy Marchais a la guitarra y Derek Boyer al bajo, quienes ya se incorporaron en su anterior álbum en sustitución de Doug Cerrito y Josh Barohn, respectivamente.
Mullen mantienen las constantes vitales de su garganta a pleno rendimiento, entendiendo que una buena voz de perfil grind bien puede acompañar perfiles instrumentales vinculados directamente con el death metal.
El trabajo de las guitarras es de lo más sobrio y eficaz. Los ritmos, pueden ser densos en un momento, para tornarse ultradinámicos de repente. Los solos, aunque, más que solos, habría que decir relinchos, aparecen en el momento más inesperado, buscando siempre la sorpresa y la variación. Aunque cortos, son afilados y punzantes. No hay necesidad de extenderlos hasta el cansancio.
Mientras tanto, la batería marca los tiempos con una eficacia libre de complejos. Se muestra versátil y con un sonido calibrado en su justa medida. Ni excesivamente retumbante, ni de pegada primitiva.
Suffocattion han logrado plasmar un trabajo compacto que gana en consistencia a medida que transcurren las composiciones. El resultado final es tan brillante como anfetamínico.
Death metal old school puesto al día con una excelente producción.