Sikd Row, vuelven a toda pastilla, con un álbum de composiciones revolucionadas y creativamente brillantes, para olvidar definitivamente su pasado con Sebastian Bach.
Después del escepticismo con que fue recibido Thicskin, primer álbum sin la presencia de su carismático vocalista; Snake Sabo, Scotti Hill (guitarras), Rachel Bolan (bajo), Dave Gara (batería) y el nuevo cantante Johnny Solinger, nos plantan en los morros una completísima grabación repleta de energía, solvencia y madurez, denominada Revolutions Per Minute, que puede significar el inicio de una fructífera etapa y el destierro definitivo de los fantasmas que revoloteaban alrededor del grupo bajo el estigma de su anterior vocalista.
Esto es rock and roll, non stop, fibroso, y con energéticas dosis de influencias punkys, provocadoras guitarras y ritmos contagiosos de efectividad inmediata.
Definitivamente, Solinger ha encajado a la perfección en el vertiginoso concepto musical de los actuales Skid Row, con una voz versátil y de alta capacidad para moldear su registro según lo requiera la dinámica de los temas
Por su parte, Snake Sabo, destapa toda su talentosa inspiración a la hora de catalizar emociones con solos no demasiado extensos pero dotados de una intensidad que salpica toda la grabación de una exultante creatividad.
El nuevo álbum, muestra a una banda en estado de gracia que ha confeccionado un repertorio de canciones que enganchan a la primera, con ritmos incandescentes cuyo destello provoca una sonoridad brillante.
Aquí no hay lugar para la mediocridad ni el aburrimiento, los ritmos desprenden chispas y el ambiente general se aleja de cualquier dramatismo melancólico para ofrecernos un viaje a través de la electrizante atmósfera de canciones como Disease, Another Dick In The System, Pulling My Heart Out From Under Me, Shut Up Baby I Love You o White Trash, esta última con una marcha tremenda y un Solinger desaforado que por momentos nos recuerda al gran Dave Lee Roth.
Sik Row, también nos muestran, con When God Can’t Wait y You Lie, una vertiente country vista desde una perspectiva algo irreverente, con un enfoque que podrá ser sacrílego para los puritas del estilo pero que alcanza una dimensión diferente y puede resultar atractiva para las nuevas generaciones
Diversión por encima de todo, desenfreno antidepresivo y excitación a raudales. Skid Row han vuelto para recuperar posiciones. Hay que olvidar sentimentalismos trasnochados y engancharse a unas composiciones revolucionadas a tope que ponen la adrenalina a cien.
Esto es rock con actitud, de ritmos contagiosos y viscerales.