Desde finales de los años ochenta y hasta nuestros días, intérpretes como Mano Negra-Manu Chao, Amparanoïa, Macaco u Ojos de Brujo han tomado la senda del mestizaje para hacer su música. Uno de estos proyectos fue Dusminguet, un trío con mucha imaginación formado por Joan Garriga (acordeón y voz), Dani Portabella (guitarra y voz) y Martí Vilardebó (batería y voz). Tras firmar una magnífica trilogía (Vafalungo / Postrof / Go), el grupo firmó su disolución hace cuatro años. Ahora, el acordeonista ha decidido retomar sus travesuras musicales con un pasaporte a nombre de La Troba Kung-Fú.
Viajar solo nunca ha sido del gusto de Joan Garriga. Las colaboraciones con otros artistas eran una constante en el trabajo de su anterior banda y esa filosofía no ha cambiado. Con una formación estable donde destacan conocidos amantes de la rumba como los guitarristas Miguel Serviole “Muchacho” y el sonero de Gracia Antonio Carbonell “Sicus”, Marià Roch (bajo), Pep Terricabras (batería y percusión), Eldys Vega “Muñeco” (teclados) y Flor Inza (percusión), nace el disco “Clavell morenet”. Su gestación ha sido monitorizada por Internet, donde la banda colgaba sus composiciones cada quince días añadiendo una vertiente visual al proyecto.
Es La Troba Kung-Fú una nueva investigación sobre las músicas del mundo con los pies puestos en la rumba catalana. Mientras las guitarras agitan el ventilador (técnica rumbera por excelencia) en canciones como “Calor, calor” o “Mírame”, los aires destilan influencias del Magreb (“Oriente miedo”), Jamaica (“Volant” y el dub de “Stop blood”) y hasta del delta del Misisipi (“Shame blues”). Sin embargo, el sonido omnipresente del acordeón diatónico de Garriga empapa “Clavell morenet” de los ritmos y folklore propios de América Latina, como el vallenato o la cumbia (“Dansa d’amor” y “Bufa el vent”). No podía faltar la clave cubana, presente en las descargas que “Muñeco” desata desde las teclas de su piano (“La cançó del lladre”).
La alegría y la fiesta, pero también el espíritu reivindicativo, acompañarán la travesía de quien se embarque en esta aventura bilingüe (catalán y castellano). Pero no hay motivos para sufrir. Una guía de 98 páginas, profusamente ilustrada, proporciona todas las claves para disfrutar al máximo con Joan Garriga y sus compinches.