Luke Kenny, líder de The Berzerker, insiste en convencernos de que es el mayor exponente de metal extremo del planeta con su nuevo álbum Animosity.
Si alguien pensaba que la sección de percusión de Slipknot era lo máximo, que Fear Factory no tenían competencia en cuanto a industrializar su propuesta o que, en cuestiones de metal extremo no se podía llegar más lejos que Napalm Death, Carcars o Bolth Thrower, les aconsejo que escuchen Animosity y descubrirán que siempre se pueden tropezar con nuevas sensaciones.
The Berzerker, es un proyecto que bascula en torno el australiano Luke Kenny, un pirado que nos sumerge en la brutalidad más absoluta, siguiendo las mismas pautas expuestas en su anterior trabajo, World Of Lies (incluyendo una portada de las mismas características).
Enmarcado en los parámetros del más visceral death/grind, todas las composiciones del álbum nos envuelven en un arrasador entorno de batería mecanizada hasta alcanzar la condición verdadera dinamo, cuya desbordante energía salpica las neuronas sin contemplaciones.
Asimismo, la cuota de agresividad de las guitarras llega hasta límites peligrosos. Corrosivos y turbulentos, los riffs alcanzan escalas de carácter atómico mientras la endiablada y apocalíptica vocalización nos recuerda que tenemos un lugar reservado en el infierno.
Con Animosity, Luke Kenny nos recuerda que la música de The Berzerker, es solo para valientes, para aventureros dispuestos a perder los tímpanos por una buena causa, el metal más extremo que se cocina en estos momentos en el planeta tierra.
La primera edición del disco se acompaña con el bonus CD, Live In London, incluyendo 21 temas donde apreciar las evoluciones del grupo en directo.
Esto es brutal death/grind con una abrumadora base rítmica de procedencia tecnoindustrial.