El título del disco, “Fin de un Viaje Infinito”, nos suena a cierre, a punto y aparte. ¿Tratas de cerrar alguna etapa con él y dar carpetazo a lo acontecido en el pasado?
No, yo creo que es todo lo contrario. Es un poco paradójico. Cada vez que acabas un disco cierras una etapa y al mismo tiempo esto se convierte en el principio de algo nuevo. Es un pez que se muerde la cola, algo que no termina nunca. Siempre crees que estás haciendo tu disco definitivo pero en el momento en que estás acabando la última labor de mezcla ya estás automáticamente pensando en el siguiente. Nunca te sientes plenamente satisfecho, o mejor dicho, como que has terminado realmente algo. Al fin y al cabo siempre estás creando. Por lo menos ese es mi caso. No termino; paso a otra cosa.
¿Te llega a crear eso un sentimiento de vacío?
No, todo lo contrario. Me hace sentir vivo. Hay mucha gente que habla del vacío después de hacer un disco, pero eso es algo que yo no siento. En seguida pienso “venga, esto ya esta hecho” y sigo con otra cosa que me parece totalmente nueva.
¿Cuáles crees que son las novedades fundamentales de este último trabajo?
Todavía no tengo la perspectiva suficiente porque lo acabo de terminar. No puedo ser objetivo. Pero creo que sobretodo en las letras hay un punto de inflexión. En el sonido también. Es más clásico, menos británico. Más maduro diría yo, pero no sé si es la palabra adecuada. Y por supuesto los arreglos de vientos, que es lo que más puede llamar la atención. Sé que ha sido algo arriesgado pero me apetecía mucho. Siempre he escuchado mucha música que usaba vientos, desde Van Morrison al soul de toda la vida, y nunca los había introducido por falta de presupuesto, aunque parezca mentira. U2 puede permitirse hacer todo lo que quiera, pero los grupos de mi nivel estamos técnicamente limitados muchas veces por falta de presupuesto y no siempre podemos sonar como queremos. Nos vemos condicionados totalmente en la parte artística.
¿Por qué has elegido “Colillas en el Suelo” como primer single?
En realidad no porque sea la mejor canción del disco, sino porque es la única canción que toqué antes de ponerme a grabar, la que tenía claro cómo iba a ser y la primera que escuchó la discográfica. El single lo grabé antes de grabar el disco, aunque luego lo volvimos a mezclar para meterlo con las otras canciones, pero fue como una canción independiente. Y así tenemos también varias versiones alternativas de la canción, en la cara B del single, todas grabadas antes del álbum, junto a la versión de Ryan Adams que incluimos.
¿Piensas que este disco puede dar pie a muchos Hit Singles?
Como ya he dicho me cuesta ser objetivo sobre el disco en este momento. No lo sé. Creo de todas maneras que es un disco para escuchar entero, aunque al mismo tiempo no deje de ser un disco con canciones que pueden escucharse perfectamente como algo independiente. Me gustaría llegar a mucha gente con él. El hecho de crear canciones tiene mucho que ver con la necesidad de comunicarme con los demás. De alguna forma el estar un poco menos solo, supongo. Yo creo que esa es la filosofía de cualquier artista. Tratar de hacer cosas para comunicarse.
Has comentado en alguna ocasión la necesidad de que tu música fuera convergiendo en un estilo más definido. Escuchando tu último disco no parece que hayas ido por ese camino, sino más bien parece que tus influencias se han multiplicado...
¿He dicho eso yo alguna vez? (risas). Pues no, no es el caso. Fíjate que es curioso, porque se trata de influencias que siempre tuve, incluso de hace muchos años, que salen ahora de una manera muy natural. En eso me sorprendí a mí mismo. Ya no he buscado las cosas, salieron de una forma casi inconsciente. Cosas de cuando escuchaba a Otis Redding con quince años, o de Van Morrison cuando estudiaba en Santiago...y que salen ahora de esa forma tan natural. Creo que es una forma muy bonita de crear, el no ir buscando las cosas.
¿Crees que este amalgama de estilos puede resultarte perjudicial a nivel comercial?
No me importa en absoluto. Es mi forma de hacer las cosas. Si lo hiciera de otra manera no me saldría bien, probablemente. Y provocarlo sería poco honesto. Hacer algo más homogéneo porque sea lo correcto o lo que demande la gente resultaría artificial. De alguna manera tú no eliges lo que haces, no sabes lo que va a gustar o no. Vas haciendo cosas y van gustando más o menos, según tus ciclos o los de la gente. Creo que tratar de condicionar tu música a lo que la gente quiere no funcionaría en mi caso. Perdería toda mi naturalidad. Prefiero seguir haciendo lo que hago, y el hecho de que resulte bien o mal ya no depende de mí.
Empezaste escribiendo en inglés, pero ahora con este disco ya son dos los que has escrito completamente en castellano...
Sí, fui una víctima de los noventa, siempre lo digo. De mi carrera en solitario, como Deluxe, el primer disco es en inglés, el segundo ya tiene alguna canción en castellano y el tercero y cuarto ya son enteros en castellano. Evidentemente me siento mucho más a gusto escribiendo en esta lengua. Siempre tuve un poco de envidia de la gente que cantaba en castellano. Yo empecé a cantar en inglés porque era lo guay cuando yo tenía quince años. Pero al ir creciendo como artista empecé a sentirme un poco ridículo cantando en inglés, como si fuera de mentira. Hasta el punto que ahora hago las versiones en castellano. También creo que hay más que aportar a la música en castellano que a la en inglés, en la cual hay mucho más hecho. “Que no”, si la hubiera hecho en inglés, creo que habría sido una canción más.
¿Continúa siendo Deluxe el alter ego musical de Xoel López en exclusiva o la banda con la que tocas ahora es algo más que simplemente músicos que te acompañan?
La banda con la que he grabado el disco es diferente a la que voy a llevar en directo, que es la misma que el año pasado, pero con gente nueva. Ahora llevo sección de vientos en directo, con el saxofonista de Le Punk y a Mauro de nuevo teclista. Y la banda que ya llevaba: Iván al bajo, Juan a la guitarra y teclado, y a la batería Loza, el mejor batería de España.
Sería poco honesto decir que Deluxe somos todos. Me estaría haciendo el guay con ello. La verdad es que es un proyecto en solitario y ya está.
¿Por qué entonces Deluxe y no simplemente Xoel?
Es algo que ya pensé. De hecho en el segundo disco ya me quería cambiar. Pero ya era un poco tarde y estaba muy hecho el nombre. De alguna manera mi discográfica anterior, cuando quise cambiármelo, me recomendaron no hacerlo porque ya había mucho trabajo hecho con el nombre de Deluxe. Supongo que ya se quedará así para siempre. De todas maneras también está bien separar la persona del personaje, aunque vayan de la mano. Nunca viene mal.