Acostumbrados a la gran cantidad de recopilatorios, selecciones y directos que se han publicado de este gran músico irlandés, no es extraño encontrarnos de nuevo con un producto en la misma línea que no aporta prácticamente nada interesante o digno de mención.

“At the Movies – Soundtrack Hits” sale a la venta como una colección de las canciones más conocidas de Van Morrison aparecidas (y a veces inspiradas) en largometrajes. Algo así como lo que hizo Mark Knopfler con su “Screenplaying” en el 93 (sospechosamente la portada del disco de Morrison es prácticamente idéntica a la de Knopfler). La única novedad, si podemos llamarla de esa manera, es la inclusión de una nueva versión de “Moondance”, de la película Un Hombre Lobo Americano en Londres de John Landis, que es recogida aquí en un directo grabado en el Greek Theatre, Berkeley, en 1986, y que no había visto la luz hasta ahora.

Grandes directores y grandes películas han sido siempre los que han elegido a Van Morrison para dar ritmo y calor a sus imágenes. Nadie pone en duda que su música siempre ha tenido un particular temperamento cinematográfico, ya fuera por su trepidante y venenosa rítmica -quitémonos el sombrero ante la elección de “Baby Please don't Go” para el Corazón Salvaje de David Lynch, interpretada por los Them (también aparecería en Good Morning Vietnam)- como por su claro mensaje e idiosincrasia (“Irish Heartbeat”, con los Chieftains, para la comedia romántica de tinte irlandés The Matchmaker, con Janeane Garofalo). Quién no se acuerda también de “Brown Eyed Girl” en Nacido el 4 de Julio de Oliver Stone o de la mítica Gloria (interpretada otra vez por los lejanos Them) en Rebeldes del mismísimo Coppola. “Wild Night” (Thelma & Louise), “Into the Mystic” (Patch Adams), “Hungry for Your Love” (Oficial y Caballero)... toda una selección de temas que han pasado tanto al inconsciente popular cinematográfico como al musical, pero que ahora no dejan de pertenecer a una época bastante lejana y demasiado gastada ya en la larga discografía de Van Morrison. Tal vez no había elección entonces, pero películas relativamente recientes como el Diario de Bridget Jones (2001), con “Someone Like You” (1987) (repitiendo la elección de French Kiss (1996) como si Morrison no dispusiera de más canciones románticas), o Infiltrados (2006), con la magnífica interpretación del “Comfortably Numb” de Pink Floyd con Roger Waters y The Band (1990), nos siguen mostrando el uso de temas antiguos aún teniendo ahora la oportunidad de elegir entre joyas como The Healing Game (1997) o Magic Time (2005). Tan sólo Mejor Imposible (1997) apostó con la canción “Days Like This” (1995) por lo más reciente del genio irlandés. Esta tendencia es algo que no debemos reprocharle a él sino a los cinematógrafos que bucean en su su trayectoria de casi cuarenta años y obvian maravillas de ahora eclipsados por grandes éxitos de antes, propiciando que un disco como éste sea tan sólo uno más entre tanto recopilatorio de antiguos temas del cantante del eterno sombrero.

Para ponerlo de música de fondo y escucharlo en la lejanía, sin que nos aporte, como decíamos al principio, nada verdaderamente interesante.