Este peculiar artista afincado en Barcelona afirma en el título de su debut discográfico (debut póstumo, todo sea dicho: ya no está entre nosotros) venir de Plutón. Lo cierto es que en determinados pasajes de su excéntrica propuesta no cabe dudar de dicha procedencia tan lejana, pero en general Miguel Bocamuerta sabe transmitir muy bien lo que se siente al vivir en los oscuros callejones y los ambientes borrachos de una gran urbe, mucho más cercanos al ciudadano de a pie, e intuimos que también a la propia experiencia vital de este músico.
Abre el disco Como un perro, y automáticamente nos vienen a la cabeza grandísimos líricos de la música contemporánea: Bob Dylan, Lou Reed, Nacho Vegas, Kiko Veneno... Todo ello presentado de forma muy cruda, casi cercana por momentos al spoken word. Empezamos bien, pues. Después llega La tentación por existir, donde el cantante sigue opositando para convertirse en el Lou Reed patrio. El tercer corte, Moby Dick, lo sitúa en la órbita del David Bowie etapa Space Oddity, mecido por unas interesantes guitarras.
Después sigue Llamadas sin respuesta, una pieza de jazz marciano en la onda de Tom Waits donde el sexo sucio toma el protagonismo. En La Noria este artista inclasificable abre un poquito su corazón y le vemos ponerse sentimental durante los siete minutos que dura la canción.
En Viva Yankee le sale la vena más combativa y garajera. Le sigue la dulce (cuerdas incluidas) Por enésima vez y se nos confirma algo que sospechábamos sobre el nomadismo de Miguel Bocamuerta: “He cambiado veinte veces ya de ciudad. Confirmado: echar raíces no entra en mi plan.” Eso sí, el artista confiesa que desea mejorar su vida, pese a que todas su experiencias le hayan servido para dar forma a un disco tan atractivo como éste. Los dos cortes siguientes del álbum ahondan en dicha idea, y el broche final lo pone un bonito instrumental de aire infantil.
En definitiva, cuarenta minutos de paseo por el lado salvaje de la vida, servidos por alguien que obviamente ha transitado dicha senda durante muchos años de su existencia. Tú en Marte y yo en Plutón es un disco donde se dan la mano diversos estilos (folk, jazz, punk), siempre usados con un prisma descarnado, con los sentimientos crudos guiándonos por unos paisajes urbanos descorazonadores. Produce Fernando Vacas, líder de Flow, otra banda que con su última entrega, Lo normal, ya daba muestras de querer desmarcarse del pop más tradicional.