Después de cinco largos años sin saber nada de estos iluminados (obviemos los discos de remezclas) se nos sorprende con un regalo que no defraudará a aquellos que pensaban que tras el Mezzanine de 1998 no volveríamos a sumergirnos en la magia perfecta de su música. Con colaboraciones de Neil Davidge (que además co-produce el álbum), Horace Andy y la omnipresente Sidead o'Connor, se nos invita a un viaje a través de nuevos matices musicales que aportan una nueva vitalidad a la ya de por sí alucinante creación que supone la obra de los Massive Attack. No, no se quedaron en el Mezzanine. Una nueva ventana se ha abierto para destilar el nuevo sonido del tercer milenio. El tema que abre el disco, Future proof, es tan sólo la primera muestra. Caigamos rendidos a sus pies.