Entre 1989 y 1994 el combo albaceteño Surfin’ Bichos grabó cuatro discos y unos cuantos EPs que marcarían un hito dentro de la escena musical patria, siempre necesitada de formaciones carismáticas que sirvan de inspiración, luz y guía. La poesía torturada del grupo liderado por dos figuras indispensables como Fernando Alfaro (posteriormente en Chucho y actualmente con Los Alienistas) y Joaquín Pascual (posteriormente en Mercromina y actualmente en Travolta... ¿no resulta obvia cierta pauta?) ofrecería momentos de una intensidad arrebatadora, y sus numerosos fans aplaudieron la gira que reunió de nuevo a la banda en diversas actuaciones a lo largo de 2006.
El disco que aquí nos ocupa reúne a 21 grupos que cogen otras tantas canciones de Surfin’ Bichos para rendirle homenaje al universo poético de Fernando Alfaro. Ante todo hay que hacer constar que en ningún caso se consigue superar a los temas originales –algo a todas luces imposible, teniendo en cuenta el talento compositivo e interpretativo del albaceteño–, pero no es eso lo que se pretende. Aquí lo que importa es acercarse con devoción a una banda mítica que creó himnos obligatorios dentro de la música independiente de nuestro país.
En general el nivel de las formaciones seleccionadas (entre las que no se hallan demasiados nombres deslumbrantes) es muy bueno, mostrando todos los implicados en este proyecto un gran respeto por la fuente de la que beben, aunque intentando adaptarla dentro de lo posible a su propio sonido característico.
Entre los grupos que logran ofrecer una relectura más interesante de los textos de Alfaro cabe citar a Julio de la Rosa (Mi hermano carnal), Deneuve (En otoño), Doctor Divago (el optimista himno Algún día será), Grupo de Expertos Solynieve (Rifle de repetición), Apenino (No puedo hacerlo solo), Lagartija Nick & Influjo (Efervescente) o Xabel Vegas & Las Uvas de la Ira (Mi refugio). En el capítulo de las curiosidades debemos nombrar la adaptación al tecnopop que Hidrogenesse hacen de Fuerte!, o la aparición de unos sorprendentemente ariscos Amaral dando una nueva visión de Gente abollada.
En definitiva, este sentido homenaje sonoro sirve para que volvamos a tener bien presente el tremendo poder lírico de uno de los grupos más excitantes de nuestra historia musical reciente. Basta recuperar cualquiera de sus grabaciones para caer rendido ante ellos una vez más.