No debe sorprendernos en absoluto el que Xabel Vegas, batería de Manta Ray y hermano de Nacho Vegas, haya decidido titular su debut en solitario con la muy autobiográfica frase de “Canciones sobre traiciones y mentiras” (2007). Porque ese tipo que se ha pasado más de diez años tocando la batería en Manta Ray, y al que siempre veíamos en los muchos conciertos de la banda asturiana bebiéndose una botella de whisky y/o ron a palo seco entre canción y canción, daba la imagen de alguien que parecía tener mucho mundo interior, ser una de esas personas que, en tan sólo un par de horas, son capaces de darte una lección para toda la vida, un tipo peculiar con mucho mundo y muchas historias que contar. Algunas de ellas aparecen ahora en este mini disco publicado por Mushroom Pillow, a esperas de que a primeros de 2008 llegué su debut en largo.
Es significativo que el propio músico haya declarado recientemente que le gustaría que se hablase de él más como un escritor de canciones de rock que como un cantautor que defiende sus canciones con su guitarra acústica y su voz. Y esto es digno de respeto. Porque estamos ante un artista que, consciente del tropel de críticas que le pueden llover (vayan por delante las inevitables comparaciones con su hermano Nacho) decide presentarse como escritor antes que cantautor, como autor narrativo antes que musical. Todo porque la base musical que nos ofrece Xabel ya la conocemos bastante de memoria (el folk rock americano de artistas como Bob Dylan, Woody Guthrie o Leonard Cohen), pero las historias que se cuentan en él no, historias de sentimientos y experiencias, de momentos y recuerdos, de valores y creencias, o simple y llanamente, de aquello que reza el título: de “traiciones y mentiras”. Estamos pues ante una vida que se nos muestra, un alma que se nos abre, un ser humano que quiere compartir con todos nosotros su propia contradicción, la misma que todos llevamos dentro y que constituye una común seña de identidad.
De todo ello dan fe títulos que pueden leerse de forma explícita unas veces (“Simpatía por el débil”), metafórica otras (“Dinamita”, “La cena”), e incluso alegórica (“Nuestra sociedad secreta”, “El polvo no puede matar”). Y es que detrás de Xabel se esconde un poeta y, sobre todo, un ávido lector, como pone de manifiesto el haber retratado a sus amigos y compañeros de grupo bajo el nombre de una de las novelas más famosas del siglo XX: “La uvas de la ira”, del escritor estadounidense John Steinbek.
Así, el gijonés deja claras sus intenciones de aunar música y literatura en un proyecto que destaca por su honestidad, franqueza y sinceridad, por su voluntad de no querer engañar a nada ni a nadie. Porque lo que ha hecho Xabel es ejemplificar aquello que un poeta dijo sobre otro poeta: “Dio a la gente lo mejor de sí: / lo peor lo retuvo, lo mejor lo dio”. Y que cada lo interprete a su manera.