Tras reunirse en el año 2005 y deleitarnos con el disco Astronaut, la mítica banda pop de Birmingham vuelve ahora para sorprendernos con un nuevo trabajo que lleva el tentador título de Red Carpet Massacre. Doce temas nuevos que salen lanzados al mercado discográfico en dos ediciones diferentes : la normal, que incluye el disco con las 12 canciones y un booklet de 8 paginas; y la especial, en formato digipak, que además del CD viene con un DVD que añade 30 minutos de documentales, 2 booklets y un sticker emulando un pase de prensa.
¿Qué pueden ofrecernos, a estas alturas, Duran Duran, encumbrados a mito adolescente y eternos reyes del pop de vanguardia? Astronaut nos había dejado un sorprendente buen sabor de boca y los rumores de que con este álbum íbamos a poder disfrutar de la cara más alternativa de los ingleses en lo referente a sonido abrían un sin fin de expectativas que al final parecen no haberse realizado, al menos por el momento.
El disco iba a llamarse Reportage, pero tras enseñárselo a la compañía discográfica -y gustarles- se le dijo a la banda que realizaran una serie de singles para el disco en colaboración con el renombrado productor de hip hop Timbaland (Tim Mosley) y su protegido Danja (Nate Hills), así como con la estrella del pop Justin Timberlake.
Durante las nuevas grabaciones el guitarrista Andy Taylor abandonó la banda, y esto propició que esta se desentendiera de las canciones que habían grabado anteriormente y se metieran en el estudio con Nate Hills para grabar un disco completamente nuevo donde dejarían apartado el sonido más guitarrero -ninguna canción de Reportage sería utilizada- para componer un trabajo basado principalmente en los teclados y en ritmos más bailables al que han acabado titulando Red Carpet Massacre.
¿El resultado? Un disco bastante desigual en lo que a sonido se refiere y que no parece haber salido victorioso del menage-a-trois Duran-Timbaland-Timberlake. El primer single y vídeo, Falling Down, producido por Justin Timberlake y en el cual colabora en las labores de composición y a las voces, es la única de estas combinaciones que se salva por méritos propios para convertirse en un medio tempo salpicado de la mejor balada duranesca que nos transporta a éxitos antiguos -aunque no llegue a cuajar como los de antaño- y que al mismo tiempo cautiva con su lírica. No podemos decir lo mismo de Nite-runner (con Timbaland y Justin) o Skin Divers (con Timbaland), que podrían haber llegado a ser algo si no fuera porque estos últimos acaban consiguiendo que su sonido sea demasiado r'n'b y esto empiece a no parecer un disco de Duran Duran (además de tener demasiado poco interés y no sorprendernos en absoluto).
Y es aquí cuando llegamos a la reveladora conclusión: los mejores temas del disco son aquellos en los que Duran Duran han sido los artífices principales: Red Carpet Massacre, el segundo corte del álbum, con esa batería sucia y esas reminiscencias vocales y melódicas a lo Green Day (aunque parezca increíble); Dirty Great Monster, con una potente rítmica construida con los metales y el piano, y que en ocasiones nos recuerda a los geniales desvaríos de Damon Albarn; Tempted, porque nos demuestra que siguen siendo buenos sin usar las guitarras (y pueden llegar a sonar en ocasiones como Depeche Mode); The Valley, por esos ritmos tan bailables y esos bajos que combinan tan bien con las guitarras y la fantástica letra; y Box Full O'Honey, que aunque podría haber llegado a algo más, no deja de ser un agradable regalo acústico para nuestros oídos.
Y seguimos esperando que se produzca el lanzamiento de Reportage.