Al tratar de abordar el primer disco en solitario del fundador y guitarrista de la banda alemana Rammstein (además de autor de gran parte de las canciones) Richard Kruspe, nos vemos abocados inevitablemente a compararlo con la larga lista de trabajos anteriores con su banda madre. Co-producido y mezclado respectivamente por los suecos Jacob Hellner y Stefan Glaumann (Kruspe ha querido rodearse de gente conocida que ya había trabajado anteriormente con él en los discos de Rammstein), esta vez los apartados de composición, producción y voz solista han corrido completamente a su cargo.

Esto es evidente a lo largo de todo el disco ya que el registro gutural y monótono que presidía las canciones de la antigua banda ha sido reemplazado por otro más natural, con melodías más agudas y musicales que entroncan de lleno con la tradición vocal más pop. Lo cual confiere tal vez al conjunto del disco una atmósfera más emotiva (contribuye también a ello la adición de voces femeninas en determinados momentos), menos austera y marcial, aunque las guitarras de Kruspe no se resientan en ningún momento, manteniendo toda la intensidad y dureza que le ha caracterizado durante toda su carrera (no podemos evitar pensar en Reise Reise y su Stein um Stein al escuchar el estribillo de Let Me Break, el cuarto corte del disco).

El cambio de idioma supone por otra parte un cambio radical en la dinámica general de las canciones. Resta dureza, si queremos, al sonido general, pero también añade calidez a las composiciones y, queramos o no, abre el sonido de Emigrate a un público al que no podía llegar Rammstein, aunque canciones como Wake Up o My World puedan llegar a sonar demasiado repetitivas letrísticamente hablando (cosa que con Rammstein no ocurría en general con la mayoría del público no alemán que no entendía el idioma).
Nos encontramos, en definitiva, ante un disco que gustará a todos aquellos fans de Rammstein a los que no les importe abrirse a nuevos sonidos y a todos aquellos amantes del rock intenso de matices más melódicos. Un trabajo que debe degustarse con tranquilidad y dejar que vaya creciendo poco a poco ante nuestros oídos, escucha tras escucha, canción tras canción.