Stanley Philipps es un empleado medio de la cadena Hogar y Más. Vive en un vecindario de clase media, tiene dos hijas y lleva una vida rutinaria y mediocre. Cuando dos representantes del ejército le anuncian que su esposa, la sargento Grace Philipps, ha fallecido en Irak, Stanley no sabe cómo comunicárselo a sus hijas.

Tras un paréntesis de casi una década, el director Nikita Mikhalkov vuelve al cine para recrear ambiciosamente en su país natal el guión televisivo de Reginald Rose que ya había dado lugar en 1957 al clásico de Sidney Lumet ‘Doce hombres sin piedad’.

Dos cómicos televisivos se embarcan en un largometraje donde se parodia la realización de los documentales sobre animales salvajes. Por desgracia la sutileza deja paso a la sal gorda, ofreciéndonos un filme que sólo se aprecia positivamente teniendo el mismo cociente intelectual (nulo) de los protagonistas.

Historia basada en hechos reales con madrastra perversa de ideas educativas homicidas. La realidad supera a la ficción y reducida a esta nos da 100 minutos de angustia.

Mala película de M. Night Shyamalan, autor cuyas innegables virtudes formales y argumentales se están diluyendo en sucesivos mamotretos como ‘La Joven del Agua’ o este que nos ocupa, apreciables únicamente si se deja de lado el cine en nombre de mistificaciones que soslayan unas imágenes mediocres en sí mismas.

Ernie Levier es una actriz en la cincuentena que ve disiparse su vida y su profesión con la pérdida de la juventud. Al visitar a su sobrina con motivo de su 15 cumpleaños, Ernie revive sus ilusiones, pero sigue siendo juzgada por su forma de vida.

George Clooney vuelve a ponerse detrás de la cámara para entregarnos una simpática pero algo fallida comedia de enredo donde se relatan los primeros tiempos del fútbol americano. Se trata además de una especie de homenaje a las “screwball comedies” de aquella época que protagonizaron actores como Cary Grant y Katharine Hepburn.

Drama con el holocausto como trasfondo que, de no ser por su reparto, dudamos siquiera que hubiese merecido su proyección en ciertos festivales o su estreno en cine.

Aleksandra visita a su nieto, un destacado oficial, en la base que los rusos mantienen cerca de una ciudad chechena. Será su última visita antes de partir a viajes más desconocidos pero probablemente más cómodos.

Peter Greenway presta su cine a Rembrandt y se dedica a especular con la vida del pintor a propósito de una de sus obras, la que da nombre a la cinta. Una propuesta más digerible que muchas de sus películas anteriores sin llegar a ser cine convencional.