SEGA nos propone un vertiginoso shooter para 360 al que nadie rendirá culto ni sentará las bases de ningún género, pero que propone unas cuantas horas de entretenimiento homicida, siguiendo la máxima de ‘dispara bien sin mirar a quien’. Y gracias por venir. Quien busque historias profundas y armas de fuego, que vuelva a ver Kill Bill.

Vuelve una historia que por repetitiva debería resultar agotadora: la de la eterna condena de la familia Belmont a la caza del tenebroso Drácula. La explotación del filón debería a su vez ser cansina, más cuando ahora nos llega un remake, pero en lugar de eso es -otra vez- una expe-riencia apasionante. Pero no apta para todos los públicos.

Interlink se ha superado. Si con LocoRoco demostraron que no solo Nintendo DS podía ofrecer títulos entretenidos y poco convencionales en una consola portátil, con Patapon han llegado a una división superior, tanto a nivel gráfico como jugable. El ritmo del juego y la gracia de unos personajillos con ojos gigantescos consiguen que sea casi tan épico destruir a un enorme gusano con tu ejército de Patapons, como lo fue vencer a las bestias ancestrales de Shadow of the Colossus. Virguerías gráficas aparte, ¿qué tiene Patapon? ¿Cómo puede encandilar tanto como lo hace?

Cuando todo parece estancado y se suceden clones de juegos con dudosa calidad siempre aparece alguien que trata de ir un poco más allá, dando un puñetazo sobre la mesa y consiguiendo resaltar sobre todos los demás.

Nintendo guarda en la recámara una batería de juegos, sus best-sellers, clásicos modernos capaces de levantar por sí solos a una consola: Super Smash Bros, Mario Kart, Zelda, Metroid o, en el caso que nos ocupa, Mario Party. Justo a tiempo de rescatar el catálogo de su portátil.

La World Wrestling Entertainment es, para muchos, la mayor empresa de wrestling del mundo. No todos opinan del mismo modo, pero lo que es seguro es que sí es la empresa que ofrece el mayor espectáculo. Sus luchadores son auténticas personalidades de televisión, y sus seguidores se cuentan por millones.

Presentado a bombo y platillo durante el E3 del 2006, Assassin Creed consiguió dejar asombrados e incrédulos a los jugadores de todo el mundo que contemplaron esas imágenes. ¿Realmente lograrían consumar ese objetivo tan ambicioso?

El catálogo de la portátil de Sony está en racha últimamente. Con la edición de buenos títulos en su colección USA, y lo que nos queda por ver en Europa, PSP se marca buenos tantos siguiendo la estela de las franquicias más famosas de su hermana mayor PS2. Con los ojos fijados en la secuela de God of War para la pantalla panorámica, o el lanzamiento de Disgaea: Afternoon of Darkness en España, Climax Studios, bajo la tutela de Konami, nos deleita con Silent Hill: Origins, un título que ningún usuario de PSP debería dejar de lado bajo ningún concepto. ¿O es que tenéis miedo?

Se acabaron los cameos, las apariciones en juegos de carreras, de fútbol o lucha. Ya no importan los anuncios de competiciones en olimpiada con el puercoespín azul, adiós también a las aventuras de segunda que Wario podía resolver con oficio. Porque no estamos ante un amago bajo la excusa Paper Mario. Esto es MARIO, con mayúsculas. Y la espera ha valido la pena.