Llamada a la categoría de mito, la serie de el señor de los Anillos supone un derroche visual en la gran pantalla, que imponía grandes esfuerzos en su traslado a videojuego. Electronic Arts ha conseguido una importante meta: no perder la dignidad en tan complicada tesitura.

Las pasadas navidades Jak&Daxter protagonizaron uno de los mejores plataformas del catálogo de PS2. Un año después, y como sustituto ideal en el tiempo, un juego repleto de matices llega de la mano de los creadores de 'Spyro The Dragon'.

Cuando todavía dura el regusto de GTA 3, uno de los programas más revolucionarios que llevó la libertad del jugador al máximo exponente, el nuevo episodio ubicado en "Vice City" (vease Miami) riza el rizo para perfeccionar un juego imprescindible no apto para menores.

Su antecesor fue uno de los mejores títulos de la Super Nintendo, un juego cargado de incomparable sabor que se convirtió en un mito realzando el nombre de su franquicia. Ahora, demasiado tiempo después -especialmente para quienes superaron aquella aventura- nos llega la continuación con una increíble fidelidad.

Un día sí, otro también, amanecemos con una vieja gloria enjaulada en la Advance. Esta vez, siguiendo con la serie Super Mario Advance, le toca turno a uno de los más esperados. El mundo de Yoshi's Island, ya cabe en el bolsillo.

Entre el oprobio y la exhibición, la nueva versión del fútbol de Konami provoca todo tipo de reacciones. Ahondando en sus principales rasgos, en todas las direcciones se ha seguido haciendo camino. Tiene cosas imperdonables. Otras, impagables.

Se ha hecho de rogar, dejando demasiado tiempo su protagonismo en manos de sus compañeros de aventuras. Tanto en la nueva consola Nintendo, cuyo nacimiento apadrinó su compañero Luigi, como en la portatil Advance -en la que entre remakes va haciendo larga la espera- se esperaba una reaparición a su altura que pusiera a cada uno en su sitio. Y finalmente la ha hecho. Mario es más grande que nunca.