La guerra de los precios en consolas, sigue dando agradecidos resultados para los usuarios. Anticipándose a la pronosticada bajada navideña, la compañía nipona ha movido ficha para verse seguida de inmediato por su rival estadounidense. Quienes todavía no hayan caído en las garras de la nueva generación, no tienen excusa.

Fiel brazo derecho de Nintendo, se ha dejado querer por Microsoft y Vivendi en los últimos días. Con unas relaciones algo complicadas con la marca nipona, se puede poner fin a años de fidelidad y grandes resultados.

Por mucho clasicismo que atesore el patrimonio griego, la primitiva postura que su gobierno ha mantenido recientemente contra los videojuegos, era insostenible. Dos meses después de su aprobación, la Ley griega contra el videojuego acaba su triste historia.

Regularmente, cumpliendo con la periodicidad prácticamente anual, los videojuegos son los culpables de los males de la juventud en un ataque irresponsable y tendencioso de los medios de comunicación. Una vez más, el entretenimiento de vanguardia sigue molestando a quienes aún no tienen intereses comerciales en el sector.

Imparable, siguiendo la apabullante trayectoria de su predecesora, la máquina de Sony sigue liderando ventas que lejos de reducirse, requieren de más unidades.

El carisma y la fama siguen siendo valores demasiado rentables, y las sagas históricas nunca pueden -ni deben- parar. Mientras el puercoespín azul tiene billete de vuelta cerrado, las vampíricas aventuras de Castlevania comienzan su desarrollo en algún lugar de Japón.

Tras una vida presidiendo de forma exitosa a la gran Nintendo, se retira un gran hombre que deja un puesto marcado por su nombre, y que difícilmente podrá igualarse.

Nuevo regreso de un clásico, y de uno de los esperados. Aún corriendo el riesgo de acabar dedicándonos exclusivamente a la información pro-nostalgia, este tipo de cosas siguen gustándonos, y seguimos recreándonos con esta reunión de viejos amigos que se vive en el videojuego