No había espacio para la originalidad: en BioWare cancelan su primer título nuevo en seis años ante la incapacidad para dedicarle tiempo.

La revolución sigue cerca, pero sigue sin materializarse. Y las tablets vuelven a sonar como pieza clave, por más que su propuesta no llegue a concretarse.

Eben Upton es el CEO de Raspberry Pi, un sistema muy conocido por los más aficionados a la electrónica y a los desarrollos personalizables. Con la nueva versión se abren nuevas opciones, y Upton señala al Commodore Amiga.

A Netflix no le basta con su potente agenda para expandir su servicio: también pronostican sobre las consolas de Sony y Microsoft, apuntando a una revisión 4K.

H1Z1 podría acabar en Xbox. Como todo aquello en manos de Sony Online Entertainment. Eso sí, con otro nombre: el estudio ha sido vendido a un grupo de inversión.

Fin. O casi. Sega abandonó el hardware de consolas y ahora hace lo propio con el software. Quedan los juegos para móviles y los de PC. El adiós de un símbolo.

Ya contamos hace un tiempo que Ken Levine tiene un nuevo proyecto entre manos, ahora sabemos que se moverá entre las premisas habituales: FPS de ciencia ficción.

Hasta ahora no ha funcionado, pero no se rinden: en EA siguen considerando que hay mercado para juegos que permitan empezar partida gratis, para ir cobrando en distintos conceptos.

Desde el próximo 29 de marzo Sony se despide de Music Unlimited para aprovechar el potencial de Spotify y llevarlo a su sistema.

Reducir la sensación de linealidad: ese es uno de los objetivos de Naughty Dog, que ven en Uncharted 4 una evolución en la saga.