En 1992 Frederick S. Clarke fundó la revista Femme Fatales en la que aparecían las mujeres más impresionantes relacionadas con el cine de serie B, con la ciencia ficción, el cine de terror o el fantástico. Ahora, basándose en aquella cabecera presentan una nueva serie de televisión.

La primera temporada de esta ficción, producida por Cinemax, tiene 13 capítulos independientes, todos ellos con mujeres de armas tomar: sexys, poderosas y peligrosas. Cada una de ellas se valdrá de todas sus armas (tanto intelectuales como físicas) para conseguir sus objetivos.

El término “femme fatale” está íntimamente relacionado con el género noir. La femme fatale, concepto que proviene del francés, es un tipo de personaje que se acerca al protagonista, con intenciones no demasiado buenas, usando todas las armas que tiene en su mano; en especial su sexualidad. El arquetipo está en constante evolución y en la actualidad estos personajes suelen lidiar en un constante cambio entre lo bueno y lo malo, aunque siempre mostrando una gran falta de escrúpulos en sus decisiones. A veces, estas mujeres fatales son en sí mismas antiheroínas o incluso protagonistas de sus historias. Cada episodio empieza con la definición de “femme fatale”.

La estética de esta serie está inspirada en las historias pulp, el propio cine negro y el mundo del cómic. Introduce cada episodio una enigmática Lilith, interpretada por Tanit Phoenix (Death Race 2, Los Boys 3), que hace las veces de anfitriona, siendo el nexo de unión de la serie. Su función es similar a la del Guardián de la Cripta, por ejemplo, en aquella serie basada en los cómics de EC, Historias de la Cripta. Aunque las tramas son individuales, sí que hay alguna que entrelaza varios capítulos.

Los productores Steven Kriozere y Mark A. Altman son los creadores de esta producción audiovisual. La serie se estrenó en mayo de 2011, aunque aún no se ha emitido en España.



En el tráiler se pueden ver fragmentos de los diferentes trece capítulos, en los que aparecen actores sumamente conocidos como Jeff Fahey (Perdidos), aunque las que no pasan desapercibidas son las mujeres: todas ellas exuberantes, bellas, lascivas… y fatales.