Rick, en la primera imagen mostrada para promocionar la quinta temporada.
“Es la primera vez que finalizamos una temporada y volvemos al mismo lugar donde dejamos las cosas”, explica Robert Kirkman, creador de The Walking Dead y quien se muestra fascinado con la idea: “es bastante guay”.
A la hora de explicar cómo continuarán las cosas en la quinta temporada —sin revelaciones, ciñéndose a lo que resulta evidente y limitándose a mostrare analítico— Kirkman cuenta cómo “esta serie funciona mejor con ciclos de subida y ciclos de bajada, tranquilizando a la audiencia con una sensación de seguridad y acelerando para mantenerlos en guardia”. Algo que entronca con la forma en que la reincorporación el próximo ‘curso’ nos recibirá, lejos de la aparente tranquilidad del anterior regreso, como obligación debida al cliffhanger de Terminus: “definitivamente empezaremos esta temporada en un ciclo alto, mientras que la anterior empezó en uno bajo; así que estamos cambiando las cosas y empezaremos corriendo en esta temporada”.
Las declaraciones, en una entrevista con Entertainment Weekly, dejan como terreno vedado explorar qué sucede exactamente en Terminus, y que horribles secretos nos aguardan en lo que una vez fue concebido como un oasis: “ha habido mucho secretismo en el set, sencillamente porque cualquier imagen podría arruinar el cliffhanger, así que vamos a ser incluso más estrictos en esta ocasión; siempre hay gente alrededor de donde estamos filmando y tratamos de tener localizados los posibles puntos de espionaje sobre qué hacemos y con qué material, en una parte importante hemos sido capaces de evitarlo”.
Habrá que seguir esperando hasta otoño… salvo que fracasen en su intento de seguir controlando toda su información, o decidan usarla promocionalmente a su antojo.