¿Puede una serie de la repercusión de The Walking Dead prescindir de todos sus personajes? ¿incluso los que son clave, como es el caso de Rick, a través de cuyos ojos se inició la aventura?
A juicio del actual showrunner de la serie, Scott M. Gimple, sí.
Hablando sobre el posible futuro de la serie, el encargado de darle forma actualmente explicó que “se trata de saber temáticamente a dónde vamos, saber qué quieres lograr, pero pensar en una expansión después de un fin, siendo flexible; incluso nuestro show podría continuar siendo una historia, pero sería una nueva historia”, explica.
Según su perspectiva, se trataría de cómo plantearse la continuación si la serie se muestra tan fuerte en audiencia como para permitir que prosiga de forma indefinida: “los personajes que tenemos, contaríamos todas sus historias, pero emplearíamos el entorno que tenemos para contar las de otros nuevos; pero eso es siendo soñador, pensar que la serie va a continuar y a continuar y a continuar…”.
Las declaraciones de Gimple son interesantes porque hacen plantearse si para ese propósito no tienen ya el proyecto de spin off de The Walking Dead, es decir: emplear el universo de la serie para introducir nuevos personajes es lo que da sentido a la nueva variante (además de permitir a Kirkman alejarse de lo ya relatado en el cómic), y la serie original quedaría para proseguir con los personajes conocidos y las tramas allí planteadas.
No obstante, el debate no queda ahí: en una serie como The Walking Dead es sabido que prácticamente cualquier personaje puede caer en un momento dado, y la idea ha sido que de alguna forma sólo debían permanecer un escaso puñado, los auténticamente protagonistas, y cuya pérdida podría desvincular a la audiencia. ¿Es factible que en un momento dado el seguimiento prosiga sin ellos si, por ejemplo, van desapareciendo de forma progresiva e incorporando a otros con acierto?
Sin duda todo queda en manos de la audiencia y de cómo se afronten las diversas tramas: si se mantiene la tensión y el público se mantiene fiel, sí será viable prescindir de los personajes clave, algo que además facilitará las cosas si sus intérpretes desean un nuevo rumbo profesional en un momento dado, o reclaman excesivos emolumentos como es habitual en las series de éxito (algo que, con frecuencia, es el motivo principal para el cierre de una serie: sus sueldos de vuelven insostenibles a poco que se pierda algo de audiencia).