Recién inaugurado el 2015, todavía queda margen para que Nike cumpla con el objetivo de dar con unas zapatillas autoajustables que emulen a las de Regreso al futuro, las mismas que McFly conocía en la segunda parte de la saga (y en ese mismo año).
Ahora queda por ver si más allá de la anécodta freak gusta a los consumidores: la representación de la moda de la cinta no parece casar en exceso con lo que hoy día se ve en las calles.