La historia que le faltaba por contar a George Lucas llega por fin al mundo y lo hace en forma de videojuego. Lucas Arts se ha encargado internamente de desarrollar el título y, sin llegar a cumplir las expectativas que levantó, El Poder de la Fuerza se presenta como una obra muy recomendable, especialmente a los fans de la saga intergalática.
Un pequeño consejo: que todo el mundo se prepare para ver la Fuerza en su máxima expresión.
Los caminos de los Sith son intrincados y por eso Starkiller no contará con todo el poder de primeras. Tendrá que forjarse a sí mismo a base de numerosas batallas y, de esta manera, irá sumando puntos de fuerza, habilidad y destreza, que después podrá canjearlos por distintos ataques, combos o movimientos especiales. Así que, si El Poder de la Fuerza ya es de por sí la mejor recreación de los combates entre los Jedis y los Sith que se pueden ver en una consola, ganan un plus de adicción con el aliciente de ir mejorando poco a poco a este enigmático, pero poderoso joven.
Ni la crudeza de los combates ni todas las manifestaciones de la Fuerza serían posibles ni tan espectaculares si Lucas Arts no hubiese creado el motor gráfico con el que cuenta el juego. Se estrenan, además, dos tecnologías: el motor DMM, que es el culpable de que todos los objetos se comporten de una forma físicamente realista (las maderas se astillan, los aparatos electrónicos explotan a la mínima…) y Euphoria, que otorga una avanzada inteligencia artificial a los enemigos, que intentan huir de cualquier manera, tender una emboscada si es necesario, e, incluso, agarrarse a lo primero que pueden cuando la Fuerza les hace levitar.
Este ambicioso engine falla, sin embargo, en aspectos gráficos muy elementales, como el popping o en que Starkiller o algunos enemigos se quedan incomprensiblemente atascados o sin respuesta. También es llamativo que a estas alturas veamos al personaje principal o a algunos enemigos caminando sobre el aire o apoyados sobre la nada. Aspectos que deslucen el imponente diseño de cada uno de los actores que aparecen, así como cada uno de los escenario, sin duda los más vistosos y realistas producidos en un título de Star Wars.
Una historia que es un filón
El propio motor del juego es el utilizado para narrar, junto a algunas secuencias de vídeo, la historia, dividida en nueve capítulos. Sin embargo, pierde credibilidad el más que aceptable guión del título por la falta de emotividad en los rostros de los personajes. Sí que es cierto que el doblaje está a la altura, aunque hay una voz mítica que se echa especialmente de menos, la original de Darth Vader. Con todo y con eso, el aliciente de tener un nuevo episodio de la saga exclusivo para las consolas, bien merecerá a muchos llegar hasta el final de la aventura, independientemente de si les convence más o menos. Es por ello que las ventas de este título estaban aseguradas. Sin ir más lejos, en la versión de Xbox 360, la demo de El Poder de la Fuerza ha sido el contenido con más descargas en la historia de Xbox Live, y en la primera semana a la venta se vendieron millon y medio de copias.