Desarrollar un título de rol no es tarea sencilla, y menos cuando se maneja una de las franquicias más rentables de la historia del videojuego. La incursión de Sonic en el campo de los RPGs viene de la mano de los desarrolladores canadienses Bioware y, si bien no es un juego perfecto, podemos adelantar que tiene muchas más luces que sombras.
Ante todo, Sonic Chronicles está planteado como un RPG tradicional de batallas por turnos. El background inicial será el mundo familiar de la saga Sonic y todos sus secundarios para, poco a poco, ir dando paso a un mundo más amplio con escenarios inéditos y personajes exclusivos creados para esta aventura. Sus creadores han elaborado detalladamente un control absoluto con la stylus, siendo la pantalla táctil la interfaz con que haremos todas las acciones, desde movernos por los menús hasta efectuar los movimientos del erizo por el mapeado (al estilo de Magical Starsign o, sin acercarse pero imitando, al Zelda Phantom Hourglass).
Este 'Hermandad Siniestra' se sumerge en el género en su estilo japonés a pesar de estar desarrollado por un estudio Occidental, algo que se percibe en muchos de sus tramos y secciones Los menús tardan en abrirse, las conversaciones tienen cientos de líneas de diálogos innecesarias, el carisma de los secundarios brilla por su ausencia y, en definitiva, aunque estamos ante un juego muy bien hecho, carece de esos detalles que lo transforman en excelente.
Los gráficos alternan unas preciosas 2D realizadas a mano con estilo de animación de unas aceptables 3D para las batallas por turnos. Bebiendo de clásicos japoneses del rol, como el mismo Mario RPG, las batallas incluyen acciones en tiempo real con las que incrementar el daño que se ocasiona a los enemigos. Los turnos están organizados según los equipos y tienen un error tremendo, que es no poder corregir en mitad de una acción un acto. Una secuencia tan sencilla como usar un objeto para resucitar a un compañero caído en batalla y luego usar una poción parta curar sus PV es algo que no puede realizarse ya que los turnos cerrados nos lo impiden y, para un usuario experimentado, se convierte en un error garrafal, ya que se trata de una de las combinaciones básicas por excelencia.
Las músicas son uno de los mejores detalles, que, junto con los videos animados que enlazan los capítulos, hacen del esta entrega de Sonic algo especial. Melodías metaleras para las batallas se alternan con remixes de temas clásicos.
Y aquí es donde queríamos llegar: hacer un juego de rol con mascotas requiere experiencia y conocimiento de los personajes. No vale llenar la pantalla con figuras conocidas de la saga y muchas melodías de las aventuras, hay que saber integrarlo todo y ofrecerle una experiencia nueva y enriquecedora para que jamás sienta que le están tomando el pelo. Tal vez se deba a que tenemos muy fresca la reciente edición en la CV de Wii del paradigmático Super Mario RPG, The Legend of the Seven Stars, pero lanzado hace 12 años mantiene una frescura y originalidad mil veces más potentes que este lanzamiento para DS. Las comparaciones siempre son odiosas pero, mientras detrás de uno se encontraba una SquareSoft en estado de gracia, en el caso que nos ocupa nos encontramos con unos Bioware tratando de hacer lo posible por mantener el tipo ante una licencia de calibre. Y es que no todo es meter personajes y batallas junto con misiones y búsquedas chorras, sino que hay que hacerlo con cariño y amor hacia los personajes con los que se está trabajando.
Conviene subrayar que Sonic Chronicles no es un mal juego; simplemente no lo da todo para ser un RPG que le haga verdadera justicia a la franquicia de Sega.