Mercenarios ofreció libertad, multitud de armas, vehículos y un millón de posibilidades de hacer el cafre trabajando para múltiples bandos mientras nos enriquecíamos sin miramientos. ¿El argumento? ¿alguien se acuerda? De aquel gran título de acción quedo marcada su diversión, algo que en Pandemic han tratado de mantener en esta segunda entrega.
Búsqueda y destrucción
Con un gigantesco mapa por delante vamos a estar disparando el 95% del juego, acabando con objetivos importantes y capturando bases que nos pueden servir para ampliar nuestro radio de acción así como acortar el tiempo que pasamos desplazándonos de un sitio a otro, pudiendo utilizar el helicóptero para llegar hasta todas las bases de que dispongamos.
El control es muy sencillo, tanto a pie como en los vehículos, incluidos los helicópteros que no suponen ningún problema para utilizarlos en combate. Tras unos breves minutos nos daremos cuenta de que la I.A en los enemigos es poco menos que inexistente, simplemente irán hacia ti como salvajes, disparándote o intentando atropellarte sin preocuparse por su propia vida. Eso no quiere decir que sea para nada fácil eliminarlos, ya que suplen este problema gracias a su constante superioridad numérica, sobre todo al atacar una base donde se defenderán utilizando todo tipo de armamento pesado, francotiradores, o lanzacohetes, no dudando en pedir refuerzos cuando lo crean necesario.
Esto hace que algunas misiones puedan resultar un poco difíciles en el modo normal, y para ello existe el divertidísimo modo cooperativo on-line, una excelente idea que multiplica la diversión y asegura risas y momentos hilarantes en cada misión. Tan solo tenemos que escoger jugar en línea y otros usuarios se podrán unir a tu partida en cualquier momento.
Solo o en compañía, vamos a disfrutar de un modo historia muy intenso, cientos de objetivos secundarios, carreras en todo tipo de vehículos, así como uno de los niveles de destrucción más altos nunca vistos en un videojuego: acorde con el arsenal más bestia que recordamos, nada de lo que hay en pantalla puede quedar en pie si nos empeñamos en destruirlo.
Las armas son tantas que seguramente no lleguemos a utilizarlas todas durante la partida. Desde las granadas, pasando por lanzacohetes, artillería y bombardeos de todo tipo hasta el devastador ataque nuclear, las posibilidades son tremendas.
Aspectos técnicos
Quizá por incluir ese nivel de destrucción y poner tantos objetos en pantalla gráficamente tiene algunos altibajos. Principalmente las texturas son francamente mejorables, así como los modelados en los enemigos. Un evidente popping también hace acto de presencia cuando nos desplazamos por la jungla, así que resulta inevitable concluir que se podía esperar algo más en este apartado. No obstante las explosiones, el fuego y la suavidad general del conjunto sirven para obtener un nivel técnico que cumple perfectamente, pasando totalmente a un segundo plano gracias a los momentos de diversión que la intensa acción nos proporciona.