Regresa por la puerta grande uno de los shooters tácticos más alabados de la pasada generación, alejándose de los fuegos de artificio de otros shooters donde los compañeros son meras comparsas sin influencia en la acción.
El realismo y la dureza mostrada van unidos directamente a la dificultad, por eso en nivel fácil es bastante asequible para el jugador medio, pero ya en veterano podemos irnos olvidando de avanzar a lo loco, dejando el nivel más alto para los más pacientes. En él nos costará ganar cada metro del terreno en que nos movamos, eliminando diversas ayudas como la cruceta para apuntar además de reducir el daño que podemos soportar en combate.
Las coberturas que podemos destruir (el enemigo hará lo propio) nos harán vivir momentos de tensión mientras nos quedamos “con el culo al aire” cuando una ráfaga de la mítica Mg42 destroce la valla de madera sobre la que nos ocultábamos, se acabó eso de los escenarios indestructibles por muy endebles que parezcan.
Sangre Sudor y Lágrimas
Brothers in Arms muestra la guerra de forma muy explícita, mucho más que la mayoría de los shooters sobre guerra que últimamente llegan al mercado, dejando en ridículo a Medal Of Honor y su misteriosa ausencia de sangre. Aquí los efectos de las armas se muestran de forma más realista, por lo que veremos como una granada bien lanzada puede hacer saltar por los aires a varios alemanes con la consiguiente pérdida de una o varias extremidades, o directamente destrozados por la explosión.
En estos casos, o bien con los disparos a la cabeza, el engine nos irá mostrando amplias dosis de hemoglobina en secuencias de acción ralentizadas. Al fin y al cabo, tras una brutal explosión uno no se queda negro, chamuscado y cabreado como en Mortadelo y Filemón.
El modo multijugador quizá ande un poco escaso de mapas y modos de juego, ya que si bien el número de jugadores simultáneos es notable, no encontraremos mucho más allá del habitual deatmach por equipos que deben luchar por controlar el territorio, teniendo como novedad la presencia de jefes de patrulla con mejores habilidades que el resto. En general no hemos sufrido problemas de estabilidad por internet, pero esperemos que el que quizá sea el único punto débil del juego sea solucionado con una próxima inclusión de mapas o modos tal y como han hecho los responsables de otro excelente shooter como es Battlefield: Bad Company.
[Aspectos técnicos]
Utilizando el conocido motor Unreal 3, vamos a disfrutar con unos modelados notables, junto a unos efectos de luz que logran reforzar el realismo en las imágenes, pero quizá echamos de menos el uso de algunos filtros que ensucien la imagen para recrear ambientación de época. El diseño en los niveles consigue ser suficientemente variado como para no parecer simplemente pasillos decorados, destacando unos escenarios donde disfrutaremos gracias a los detalles de algunas texturas o la recreación de la hierba. Calidad gráfica que podemos apreciar como ejemplo en la textura utilizada en la barba de los soldados o en los interiores de las destrozadas viviendas, demostrando la capacidad de Playstation3 para gestionar una buena carga de texturas como las que muestra el motor Unreal.
Ante el sonido no podemos sino quitarnos el sombrero, en parte por una banda sonora que transmite fuerza y emoción y más aún por el trabajo de doblaje que deja ver a las claras lo en serio se han tomado este apartado. Los FX a su vez son contundentes y realistas como pocas veces hemos visto en un juego bélico, ofreciendo un espectáculo atronador utilizando un buen sistema de altavoces.