Más jugable que técnico
Este protagonismo del RVR crea la tensión constante de que nuestro personaje está en una guerra abierta, en la que cualquier ayuda a nuestra facción, por pequeña que sea, es bienvenida. Así, el jugador desde su casa se implica mucho más, ya que el resultado de este enfrentamiento le incumbe muy de cerca. En esta línea se encuentran también las misiones públicas, a las que se accede con sólo estar en diversos escenarios y en las que la cooperación con los compañeros de bando será clave. El premio en estos retos serán puntos de influencia, que se podrán intercambiar por objetos de gran valor. Tampoco hay que olvidar las vastas mazmorras que esperan a los más veteranos. Otra maravilla.
Para reproducir tanto contendiente simultáneamente en el campo de batalla, Warhammer Online se sirve de un motor gráfico bastante correcto, sin llegar a ser brillante. El diseño de los personajes es lo mejor, mientras que los pequeños bugs se suceden en las primeras versiones. Además, WAR, a falta de ofrecer nuevos parches, requiere de un ordenador de bastante potencia para poder disfrutarlo con fluidez.
El apartado sonoro cuenta con un buen número de temas épicos que aumentan la tensión durante las batallas. Y en cuanto a los efectos sonoros, cumplen con eficacia su labor, aportando un mayor realismo a la partida y ofreciendo voces en castellano. Lo que es el doblaje obtiene un resultado más bien flojo, pero Mythic ya ha anunciado medidas para mejorarlo.
Queda patente que los creadores de Warhammer Online han priorizado el aspecto jugable al técnico, lo cual no empaña el resultado final y hace que WAR parta en la mejor posición para robarle un buen puñado de millones de suscriptores a World of Warcraft.