El moderno mundo del videojuego, no parecía que nos fuera a darnos estos días un producto con los rasgos de Altered Species. Una idea que se refuerza con su naturaleza de adaptación de Xbox 360, y que hace que la sorpresa sea aún mayor por su reincidencia.
Altered Species es un despropósito, un producto rematadamente equivocado, un programa con aspecto de versión Beta
Unamos una temática de atractivo repetidamente demostrado y unos rasgos de los productos más celebrados en el videojuego, vía segura para alcanzar la fórmula del éxito. A saber, los vampiros, que siempre han estado bien y llevan inundando el mundo de ficción durante décadas; un escenario de situación límite tipo Apocalipsis rodeado de infectados a lo “Amanecer de los muertos vivientes”; un argumento elaborado, con saltos históricos para buscar un origen remoto a su trama, y que no descuide el pasado de nuestro protagonista.
Luego hagamos que ese protagonista tenga el carácter expeditivo y sigiloso de Solid Snake, para con el recuerdo propio del remedo, inyectarle algo de carisma. Y ya puestos, no olvidemos las bases del género Survival, y tengamos presente al mítico Resident Evil.
Si como remate le añadimos una introducción trabajada (a la que sólo quepa reprochar un moldeado de personajes en que los no infectados parecen igual de putrefactos que los hematófagos) y una entrada en acción bajo la lluvia, la cosa parecerá necesariamente alentadora.
Sabíamos que un juego podía fallar o por falta de recursos o por falta de talento al emplearlos. Lo que preferíamos no saber (aunque de vez en cuando nos llegaban pistas) es hasta qué punto un título podía llegar a errar por falta de unos mínimos de sentido común. Y en este punto, quien ande justo de tiempo y al mismo tiempo no sea tan ultrapragmático como para fijarse sólo en las puntuaciones de los análisis, ya puede pasar al siguiente artículo con una idea: Altered Species es un despropósito, un producto rematadamente equivocado, un programa con aspecto de versión Beta que aparenta no haber sido testeado por ningún jugador medianamente aburrido. Quien quiera saber por qué, y hasta qué punto llega su osadía puede seguir leyendo.