Sir Paul McCarteny, Ringo Starr, Olivia Harrison y hasta Yoko Ono. Todos de acuerdo para pegarle un bocado a la industria líder en facturación: el videojuego.
Ya se sabe, los royalties están cayendo, no se compran los discos que se compraban y el número de ceros de la cuenta corriente no luce lo que lucía. Las viejas glorias han de quitarle el polvo a las guitarras, bajos y baquetas, ver si la voz resiste sin agrietarse, y volver a salir de gira. Y si el merchandising puede evitar ese engorro, mejor que mejor.
Los Guitar Hero y familia se han convertido en los últimos tiempos en una de las mejores formas de reparar tamaño perjuicio a los derechos de autor. Aerosmith ha vendido lo que no está en los escritos gracias al sistema de Activision y muchos otros han visto salivando el filón. Y por ahí van los derroteros: "El público se divierte muchísimo con Rock Band y ahora, con los temas de los Beatles, no se me ocurre mejor forma de seguir jugando y escuchando música" afirma Olivia Harrison. "Si te gusta la música, no te hará falta mucho más para jugar". Añade.
Habría estado bien algo más original. Quizá una aventura gráfica tratando de lograr con nuestra habilidad que Ms.Ono fuese igual de entregada para mantener viva a una de las bandas míticas, que para hurgar los rincones de su hucha. O un shooter con el que buscar y "capturar" a Mark David Chapman, para saciar a los fans con justificada sed de venganza. En todo caso, con Apple Corps, MTV y Harmonix (desarrolladores de Rock Band) de la mano el producto está confirmado.