“'Yakuza'” supuso una agradable sorpresa para los jugadores que se encontraron con una trabajada historia en torno a las tradiciones y mitos de la mítica mafia japonesa. Su argumento contaba con unos personajes memorables y grandes dosis de acción combinadas con una gran libertad de movimientos. Un sólido trabajo que pese a no gozar del boom mediático de las grandes sagas poco tenía que envidiarlas. Las ventas –al menos en occidente- no fueron las esperadas, motivo por el que esta secuela realizada casi de inmediato nos llega con retraso. La espera por suerte no ha mermado los resultados.
Estampas orientales
A nivel técnico “Yakuza 2” exprime a fondo el potencial de la PS2. Un gran diseño de personajes unido a un impecable motor gráfico y una gran labor de detalle tanto de los propios personajes como de los escenarios hacen que el resultado sea magistral, si bien ocasionalmente en las escenas de lucha y dependiendo del escenario –por ejemplo un estrecho callejón- el ángulo de la cámara no acaba de ser el mejor para encarar a los enemigos. Las escenas cinemáticas resultan portentosas, potenciando la fuerza del argumento y estando dotadas de una calidad narrativa digna de cineastas como Johnnie To.
En lo referente al sonido, en esta ocasión se ha optado por dejar las voces originales en japonés y coreano en lugar de por el doblaje al inglés de la primera entrega. El problema –el gran problema- es que nadie se ha molestado en traducir los textos, pudiendo disfrutarse tan solo de subtítulos en inglés. Un detalle que supone todo un jarro de agua fría para los poco duchos en el idioma de William Shakespeare y más en un título donde los diálogos son tan importantes en el argumento como es este caso. Por su parte, la música hace gala de una gran selección de melodías que se ajustan a la acción y al argumento de manera más que eficaz.
Conclusión
Al igual que su primera parte “Yakuza 2” hace gala de un notable guión, un cuidado apartado gráfico, altas dosis de acción y una serie de elementos adicionales que aumentan su vida útil, lo que lo convierte en una de novedad jugosa para cualquier aficionado que se precie. Resulta sin embargo decepcionante que no se haya cuidado un apartado como el de la traducción, poco menos que imprescindible en un juego como el que nos ocupa. Con todo, obligado para los cada vez menos numerosos usuarios de PS2.