A nivel de modos no ha habido ninguna variación significativa. El modo manager se mantiene con las mismas opciones que el FIFA de hace dos años. El modo Be a Pro, en el que controlamos a un jugador creado por nosotros o ya establecido a lo largo de cuatro temporadas donde deberemos llevarlo a lo más alto, se ha consolidado como una de las opciones más entretenidas e interesantes. No sólo a nivel conceptual, sino por la lograda consecución de traspasar la idea al terreno de juego. En esta modalidad podemos controlar solo a nuestro jugador, con lo que las prioridades a la hora jugar adquirían una perspectiva completamente diferente que si controlamos a todo el equipo. Aquí lo importante es manejar la posición, desmarcarnos, buscar a tus compañeros. Todo ello visto con una cámara similar a la del mítico Kick Off (el campo se ve en vertical en lugar de horizontal, y desde una posición elevada), que implica que nuestro punto de vista sea muy diferente, y que cueste adaptarse. Una cámara que nos transmite la dificultad de jugar al fútbol en la realidad, cuando la óptica no abarca con total nitidez la totalidad del campo. El sistema de cámaras de Be a Bro tiene su momento álgido cuando el jugador que controlamos se acerca a la portería y la cámara se sitúa casi a ras de césped, simulando un espectacular punto de vista que se acerca al subjetivo.
En su modo online la mejora más importante son los partidos 10 VS 10 en los que pueden jugar 20 personas, y cada una controlando a un sólo jugador.
El juego de EA se ha diseñado bajo el requisito de buscar el máximo realismo, pero bien conjuntado con una jugabilidad dinámica e efectiva. Para lograr plasmar ese realismo, se han basado en un motor gráfico y en una física potentes. El detalle gráfico es muy notable en los partidos y en las animaciones de los jugadores. Además la física del balón y el motor de colisiones entre jugadores resultan muy verosímiles. Hay muchos detalles orientados en ese sentido, como cuando el arbitro se interpone en un pase hacia otro jugador, o los saltos en los corner donde luchas con tus adversarios para acabar en el suelo.
A pesar de estos grandes pequeños detalles, se ha cometido un paso atrás en algunos modelados faciales: hay jugadores muy parecidos, mientras que otros no son siquiera lejanamente identificables. Otro aspecto que llevan años sin pulir son los modelados y animaciones del público, que a parte de pecar de excesiva homogeneidad se representan de forma deficiente, algo que extraña viendo los excelentes resultados (tanto en modelados faciales como en representación del público) que consiguen con la saga hermana NBA Live.
A nivel sonoro vuelve a sobresalir por la ambientación, los cánticos y los efectos sonoros. No obstante los comentarios de Manolo Lama están menos inspirados que en FIFA 07, y al cabo de unos cuantos partidos ya resultan cansinos y repetitivos, en especial cuando hablan de algún club o jugador en concreto. Eso sí, una vez más, la banda sonora está repleta de hypes actuales de renombre: MGMT, Ladytron, Duffy, Hot Chip y un largo etcétera.
Por todo esto FIFA de este año se consolida para muchos como el mejor juego de fútbol del mercado, pero aún sin llegar a alcanzar el tope de sus posibilidades. Se le puede echar en cara que no ha habido un esfuerzo creativo para aportar algo realmente novedoso, y detalles (pequeños) que han quedado para pulir en nuevas ediciones. Pero sigue siendo el juego imprescindible para los amantes de los juegos deportivos de fútbol... que no sean devotos seguidores del Pro Evolution.