Como posible cierre a la creación de videojuegos de conducción para PSone por parte de una de las compañías protagonistas cuando está nació (entonces en Psygnosis), Driver 2 supone una vuelta de tuerca más al original concepto que creó su predecesor
La aparición en su momento de la Playstation, y en general de todas las consolas que acabaron con la generación 16 bits, supuso el momento en que las compañías de programación se vieron finalmente capacitadas para ofrecer juegos de perspectiva subjetiva y movimientos poligonales de calidad. El género de la conducción, necesitado por muchos años de recursos 3d, vió campo con la salida a escena de la gris de Sony, dando lugar a la imparable avalancha de títulos que vino después. De salida, aparecieron el ya mítico Ridge Racer, y el original Destruction Derby, programado por esta misma compañía englobada entonces por Psygnosis que aparecía como una de las veteranas que en apariencia habían sabido reciclarse en condiciones.
La cuestión es que a base de tanta recurrencia, incorporaciones mínimas en los títulos que han ido apareciendo, son unos pocos los que han quedado grabados en el recuerdo, y unos muchos los que quedarán para siempre olvidados como los juegos mediocres que fueron pretendiendo abusar de un filón, sin aportar riesgo y creatividad desapareciendo para siempre.
Entre los recordados destacan la saga de Ridge Racer, Gran Turismo, y sí, por supuesto Driver.
Pese a que este es uno de esos fenómenos que no me han resultado en exceso atractivos y les he dedicado moderada devoción, Driver 2 y su precursor incorporaban el acertado concepto de introducir al jugador en un ciudad -varias- absolutamente real a través de la cual deambulabamos en el curso de nuestros objetivos. Sometiéndonos para ello al cumplimiento de las normas de tráfico con el fin de eludir persecuciones policiales hasta que fueran absoutamente imprescindibles, el grado de diversión era incluso para los escépticos como yo muy superior al de videojuegos de la misma rama.
El tipo de coches americanos de la época más clásica de las persecuciones, y que personalmente nunca me ha atraido (por más que parece que soy de los pocos) se mantiene en esta secuela donde se incorporan otros elementos acertadamente, como son la posibilidad de en ciertas misiones salir del vehículo para manejando a nuestro personaje tener más campo de acción a la hora de cumplir con nuestros objetivos.
En conclusión, Driver 2 es una gran opción para los amantes del género, y una de las pocas de calidad que van a haber hasta que el goteo de títulos de Playstation quede definitivamente cerrado en beneficio de su hermana mayor. Un juego del todo recomendable.