Si hace un año, fascinados entre partidas a Super Mario Galaxy, nos hubieran dicho que 12 meses después ibamos a volver a hablar de revolución en el género de plataformas, si nos hubieran dicho que esta tendría lugar en la Playstation de Sony, simplemente no lo habríamos creído. Pero la más joven y potente de la nueva generación ha tirado de su vena más delirante y creativa para darnos un juego que llega ya convertido en referencia.
Es tanto lo que a estas alturas se ha dicho de Little Big Planet (LBP), tanta la expectación que se ha creado, que resulta difícil añadir algo sobre un producto con una esencia tan simple. Al fin y al cabo hablamos de un monigote saltando y buscando una simple meta, que se enfrenta a retos que se resuelven empujando y ordenando piezas... Ese tipo de cosas en los 16 bits quedaron más que superadas, y eso fue lo que obligó al Mario galáctico a emplear años de experimentos (Mario Galaxy empezó a desarrollarse para Gamecube) para lograr una verdadera innovación.
Pero cojamos esa simplicidad como su primera cualidad, pues aunque se le ha añadido mucho resulta fundamental para su (lo adelantamos ya) rotundo éxito. Añadámosle entonces la aportación de la comunidad de usuarios como baza en dos sentidos aplastantes, y ambos igualmente meritorios y sopesados: la creación de escenarios y el modo multijugador. Sólo nos quedará hablar del diseño como sublimación del mimo y el esmero para llevarnos a lo que podría ser la mejor definición de LBP a nuestro parecer: una auténtica experiencia.
Un mundo en unas manos... de trapo
Estas cualidades son difíciles de aislar por su interrelación. Todas forman parte de un conjunto cohesionado y nos arrastran al núcleo de su propuesta. No obstante, en lo que se refiere a su potencial como juego “ilimitado” gracias a la comunidad de usuarios que actúan como desarrolladores de niveles, hay que empezar diciendo que los niveles propuestos de serie (incluidos en el juego) ya empezaban lo suficientemente bien hasta que esa vía paralela nos distrae. Que antes de eso nuestra introducción en el tema se hace de forma muy progresiva y hábil para que nadie se quede rezagado, y que cualquier usuario puede participar perfectamente en LBP sin necesidad de manuales ni grandes explicaciones.
La misma voz socarrona que tan pronto nos instruye el mundo de los sueños y nos explica los controles/opciones de personalización, nos va metiendo así, poco a poco, en la opción de acceder a fases desarrolladas por terceros o en el juego on-line. Y entonces la hemos liao.