Tras los anteriores tropiezos en 'PS2', 'PSP', 'Nintendo DS' y 'Xbox 360', el joven aprendiz de ninja Naruto llega a la tercera consola de sobremesa de Sony de la mano de Bandai Namco. El espectacular trabajo de la desarrolladora CyberConnect2, promete una aventura de calidad, al tiempo que guarda fidelidad al anime original.
Una mecánica al clásico estilo rolero
El desarrollo, misiones aparte, se hace un tanto repetitivo. Aún así, será bien acogida por los amantes del género RPG la búsqueda de elementos para intercambiar, como los ingredientes para el cocinero de fideos, cuyos platos aumentarán nuestra barra de chakra -una mezcla de las energías mental y física-. Otros objetos como piezas de fruta, insectos o setas nos serán requeridos en algunas tiendas de la aldea, donde a cambio nos darán otros items de utilidad en el posterior transcurso de la historia.
El mapa puede desorientar al principio la labor de exploración pero, una vez acostumbrado, el jugador apreciará y agradecerá aliviado que las distancias sean menores de lo que parecen en él -con la consiguiente sensación de ahorro de tiempo y aburrimiento que esto supone-.
Hablemos de los combates, el punto fuerte de la jugabilidad. Son sencillamente espectaculares. De lo mejorcito que se puede encontrar en un producto 2D, con la libertad que proporciona desenvolverse en un entorno tridimensional. Su importancia es tal en el título, que existe un modo de juego en el que podemos pasar de la historia y limitarnos a pelear.
La amplia gama de ataques simples, junto a los típicos combos y técnicas especiales convierten cada enfrentamiento en una delicia visual irrepetible. Se puede achacar una ligera lentitud de respuesta del personaje a la pulsación del botón, que puede desembocar en un tecleo frenético sin orden ni concierto. Por otro lado, la práctica que requiere la memorización de ataques constituye un fuerte contraste al lado de la facilidad de control que reina en el título. Con todo, la impresionante lucha desplegada por los ninjas animados, hoy en día no admite comparación posible.
Gráficos impresionantes vs. sonido mediocre
Por lo dicho sobre los combates -recalcamos: el real atractivo de Naruto- se intuye que el apartado gráfico es su principal baza. Efectivamente. La buena aplicación del cel shading dota de un aura mágica e impecable a cada personaje, definiéndolos a la perfección en la pantalla y resaltándolos sobre los detallados escenarios. De esta manera, no sólo las secuencias cinemáticas de transición, sino el propio desarrollo in game, supera con creces la calidad gráfica del anime original. El único pero, es algún que otro popping de objetos lejanos sin importancia.
Al contrario que con los gráficos, ocurre con el sonido. La banda sonora que acompaña a Naruto durante su aventura se antoja infantil y descontextualizada -por lo menos, para el jugador adulto- y no tiene ningún tipo de relación con la serie. Algo más logrados, los efectos sonoros, realzan las acciones del personaje al tiempo que marcan un acento cuasi paródico en ellas, como suele ser habitual en estos dibujos japoneses.
Pero, para congeniar esa inmejorable presentación visual con el sonido, los chicos de CyberConnect2 se han encargado de cuidar mucho el doblaje del producto. Los más frikis revisarán una y otra vez los cortes animados para deleitarse con las voces originales en japonés de la serie. Los que prefieran enterarse de algo optarán por las inglesas. Tranquilos los "monolingües", porque los subtítulos en castellano están incluidos -gracias a Dios, que el pésimo doblaje del anime a nuestro idioma, no-.
Sin lugar a dudas, el actual catálogo de PS3 está repleto de nombres que dejan muy alto el listón de calidad. Si no fuera por el círculo tan cerrado que supone su público objetivo -para el que el título es totalmente imprescindible-, Naruto: Ultimate Ninja Storm estaría considerado como uno de los grandes de la tercera de Sony.