Mistery Case Files es una serie de juegos de marcado corte infantil para diferentes plataformas (desde PC y Mac, pasando por móviles y ahora, Nintendo DS) con siete títulos diferentes disponibles en el mercado. Que la propia Nintendo acompañe el lanzamiento, no sólo licenciándolo sino también distribuyendo el juego, debería ser garantía de calidad. Aunque como podremos comprobar, es la excepción la que hace la regla…
La jugada parece más bien un intento de apoyo a la serie ‘Touch Generations’, aunque el título no luzca el emblema en su caja. La filosofía no dista mucho de las planteadas en los otros juegos de la serie “sana” de Nintendo: mirar tranquilamente por decorados, señalar con el stylus diferentes lugares, resolver algunos puzzles… todo indicado para estimular el coco de los más pequeños o de los jugadores casuals.
El problema reside en que se trata de un programa cuya curva de dificultad es nula y que pone a prueba nuestra inteligencia por lo pesado de su planteamiento. Un personaje ha desaparecido. Para encontrarle debemos recolectar pistas. Esto se hace buscando todos los objetos que nos piden rebuscando por escenarios estáticos y agresivamente espantosos en el plano artístico. Los objetos son aleatorios y poco o nada tiene que ver con el personaje en cuestión; ya nos dirán qué tendrá que ver un ciervo, una raqueta y una campana escondidos en un decorado para detener a un minero que sabe algo sobre el millonario ausente.
Como podemos comprobar, la excusa de la búsqueda sirve para tenernos entretenidos buscando por decorados objetos con un tiempo y pistas límitados (resticciones que desaparecen si jugamos en el nivel fácil, poniendo entonces la dificultad de la entrega a la altura del ritmo de un encefalograma plano). De vez en cuando nos asalta algún puzle que debemos resolver o algún escenario con el que interactuar. Y poco más.
Es complicado decir algo más de un producto que tampoco esconde lo que es: un libro de juegos infantil en versión digital. Un émulo de los ‘¿Dónde está Wally?’ que una generación entera jugó hace ya la tira de años. Si nos permiten la incorrección, les aconsejamos que no se gasten el dinero en este producto y busquen cualquiera de las entregas del viajero gafotas con el jersey a rayas. Agrede mucho menos en lo visual y entretendrá mil veces más a los canijos de la casa.