Paradójicamente no sucedería con Wii en el Reino Unido, donde la depreciación de la libra ha obligado a Nintendo a incrementar precios.
Tanto la primera Playstation como Playstation 2 se hicieron con el mercado cuando sus precios pasaron a ser verdaderamente populares. Xbox 360, más recientemente, tuvo un pico de ventas en el momento en que se apostó por la reducción de precios, y gracias a esa decisión Microsoft ha logrado posicionarse donde tantos años había ambicionado. Todo sin entrar a hablar del éxito de Wii, que en su apuesta contenida por la revolución técnica y el esmero en innovar y el marketing ha hecho de su precio ajustado una de sus mejor bazas.
La historia y las cifras hablan por sí mismas, y en un tiempo de turbulencias económicas, el aviso de Bobby Kotick como representante de Activision parece cargado de lógica: "cuando te encuentras en las circunstancias económicas en que se halla el mundo, hay una gran diferencia entre un sistema que cuesta 199 dólares y uno que cuesta 299".
Como uno de los responsables de una compañía editora sin consola en el mercado, Kotick, que probablemente no tenga en cuenta los precios de componentes, mano de obra, inversiones realizadas y desfases como el blu-ray, barre para casa: menos dinero gastado en consolas equivaldría a su juicio a más gastado en videojuegos (y ahí a Activision podría tocarle parte del pastel). No obstante sus pronósticos podrían cumplirse, especialmente en lo que se refiere a la consola que más debería darse por aludida en este sentido: una Playstation 3 con un precio excesivamente abultada y que no ha cumplido hasta el momento con los pronósticos de ventas (por lo que se espera anuncio de reducción en breve). Paradójicamente no sucedería lo mismo en Wii en el Reino Unido, donde la depreciación de la libra ha obligado a Nintendo a incrementar precios.