Black Hole lanzó a finales del 2007 Mark Of Chaos, un título para PC que sentó las bases de Battle March. Esta última es una edición para Xbox que contiene tanto el juego principal (Mark Of Chaos) como la expansión para compatibles, formando un conjunto muy competente y repleto de contenido para el jugador.
Así, con un total de tres campañas en consola, disfrutaremos controlando a la Alianza, Elfos Oscuros el Caos o los pieles verdes, paliando las ausencias que todos echábamos de menos en la edición original de PC.
El juego nos sitúa en una época en la que las fuerzas del Caos están tremendamente activas, asolando las fronteras del Imperio en un intento de atravesarlas y destruir sus ciudades, una situación que podremos vivir desde ambos bandos. Además de las campañas tenemos otros modos de juego tradicionales como las escaramuzas o el multijugador en Xbox Live. Por supuesto no podía faltar un editor en un título sobre Warhammer, en el que podremos personalizar nuestros ejércitos, crear uno seleccionando nuestras tropas (arqueros, infantería) o cambiar detalles como los colores o estandartes que portarán en la batalla.
Lucha y Gestión
Battle March se une al grupo de juegos que gestiona de forma separada las batallas y los recursos, un sistema que dado el tipo de planteamiento que nos propone (de un estilo similar a la saga Total War) sería un caos intentar controlar simultáneamente.
En el campo de batalla, las formaciones adquieren realmente su importancia, permitiéndonos seleccionar las unidades, colocarlas a la hora del despliegue, o escoger qué batallones de nuestro ejército pueden ser los más recomendables para enfrentarnos a cada tipo de unidad (ya sea caballería, arqueros, etcétera).
En este caso los más novatos además de escoger el nivel de dificultad de las misiones (también 'a posteriori' tras haber sido derrotados) pueden habilitar una opción por la cual el sistema elige por nosotros el mejor ejército posible, seleccionando entre nuestras tropas las más adecuadas para cada misión.
En las ciudades por las que vamos avanzando (de una forma bastante más lineal que por ejemplo en la mencionada saga de Total War) tendremos numerosos servicios con los que mantener a nuestro ejército. Además, en las diferentes instalaciones (como la armería o el templo) podremos reponer las pérdidas de nuestros batallones, mejorar su armamento o su armadura, revivir a nuestros héroes o añadir habilidades con las que aumentar su rendimiento en la batalla.
En general resulta mucho más provechoso curar y mejorar las tropas experimentadas que añadir nuevas, ya que poco a poco las más veteranas irán subiendo de rango y de potencia en combate si sobreviven a la lucha.
Aspectos técnicos
En el apartado técnico se han conseguido dos premisas importantes para un juego de estrategia basado en Warhammer. Lo primero ha sido recrear fielmente las unidades que componen los ejércitos, algo que se ha hecho de forma bastante efectiva, si bien es cierto que para apreciar estos detalles tendremos que utilizar el zoom de una forma que no resulta muy útil en plena batalla. Por otro lado la suavidad se ha mantenido incluso en esos momentos de mayor carga gráfica, observando el detalle en los modelados y las animaciones a la hora de combatir.
En cuanto al control, siempre polémico e importante a la hora de trasladar el género a las consolas, tiene dos aspectos importantes a valorar en Battle March. Por un lado es más complejo que en juegos como Halo Wars, debido a que Halo se hizo pensando en el mando de Xbox, creando un producto a su medida y mientras Battle March se ha versionado desde PC, donde un teclado no tiene limitaciones a lo hora de controlar a nuestras huestes. Desde otra perspectiva, esto nos obligará a realizar los tutoriales y a practicar para poco a poco controlar de forma efectiva todo lo que ocurra en pantalla, una insistencia que valdrá la pena para sacarle todo el partido a un título extenso y divertido en un género que va creciendo en presencia e importancia en las consolas.