60 €uros por juego, cuando la fabricación cuesta 75 céntimos. Un dato demoledor contra el que una asociación de dilatada experiencia en el sector lucha desde hace un tiempo. La primera medida a tomar, una huelga de adquisición de software que se efectuará del 1 al 8 de diciembre del 2002.
Es evidente que el precio de 75 céntimos por unidad producida, no ha de tomarse como única referencia. Los costes de los equipos de desarrollo son altos y deben expresarse en el precio final. Pero con todo, un producto destinado a un público esencialmente joven no pueden tener un precio tan disparado como el que ofrecen los videojuegos actualmente.
El abandono del cartucho tras los 16 bits (a excepción de la Nintendo 64 y la GBA), parecía esperanzar a los usuarios pues el uso de un soporte tan extendido como el CD debía servir para ahorrar en gastos. No obstante, el aumento de complejidad de los programas por un lado, y la poca iniciativa de las distribuidoras por otro, mantuvieron cifras similares.
La iniciativa emprendida en el Reino Unido, y que encuentra principal reflejo en la web arriba enlazada, parte de estudios elaborados por profesionales del sector con larga experiencia. Todos señalan que el precio de 30 €uros (la mitad exactamente) ya sería un abuso. Pero como ni tan siquiera esta medida se toma, algunos usuarios son víctimas de un "robo" (en su propia dicción), en tanto la industria no puede desarrollarse por esta falta de precios asequibles.
Pese a que en el otro lado, les acusan de ser ellos con esta iniciativa los que ponen en riesgo el sector, lo cierto es que las argumentaciones que ellos esgrimen parecen mucho más sólidas e incentivan a promover esta campaña. Además, hay datos ejemplificadores al respecto: cuando en España se popularizó el precio de 875 pesetas y los juegos subieron en sobremanera su nivel de ventas (hace más de 15 años), o cuando hace mucho menos, la PSX pasó a venderse en una campaña navideña a 30.000, y esto supuso el ascenso definitivo de la máquina con la consiguiente normalización del videojuego.
Además cabe advertir que, cuando tan interesados están en la lucha contra la piratería, deberían ser ellos los que pusieran algo de su parte. A 30 €uros muchos se lo pensarían dos veces antes de acudir a una copia.