Con la filosofía de hacer un juego que pueda cautivar a todo tipo de audiencia, Arkedo ha manufacturado una de esas pequeñas joyas que pocos paladares terminarán catando. La premisa era crear un matamarcianos táctil a la vieja usanza cogiendo elementos inspiradores de diferentes juegos y, a partir de ahí, el producto que llega a nuestras manos es una brillante pieza jugable, llena de explosiones, colores, acción y arropado por una bella banda sonora.
Big Bang Mini pide que reventemos a petardazos todos los enemigos que aparecen en la pantalla superior de la Nintendo DS. En la inferior controlamos el ‘sprite’ principal (ya que no podemos definirlo de mejor forma) con el stylus, y golpeando en diferentes lugares de la pantalla efectuaremos los disparos. Aparte, tenemos que estar atentos de todas las ráfagas de ataques enemigos que irán a por nosotros de forma incesante. Empieza siendo un reto sencillo pero a medida que avanzamos de niveles las cosas van complicándose de mala manera.
Estructurado en 10 niveles con sus 9 sub-fases mas final boss correspondiente, cada pantalla es un ejercicio de estilo visual-musical digno de elogio. Cada nivel tiene su propia idiosincrasia, los efectos varían de fase a fase, así como la originalidad de los retos y las avanzadillas de enemigos. No hay dos fases iguales ni dos enemigos repetidos. Su arte es sin lugar a dudas, el gran trabajo del que pueden estar orgullosos sus programadores junto con el score principal.
Las influencias, no obstante, son claras. De ‘Pang’ coge el desarrollo de misiones en diferentes lugares del mundo, de ‘Galaga’ la hiperactividad de las hordas de enemigos y de ‘Columns’, y demás clones de ‘Tetris’, los absorbentes juegos de luces y colores. Toda una mezcolanza que en otras manos podría haber terminado en refrito pero que en este caso nos deja un resultado brillante y efectivo, mata horas perfecto en los trayectos en transporte público y en esas horas en las que no apetece hacer ninguna otra cosa salvo pasarlo bien con nuestra consola.
La banda sonora merece un párrafo en para ella sola. Cada tema es una explosión de originalidad y de ritmos hipnotizantes que logra, con el conjunto gráfico, crear una experiencia del todo inmersiva para el jugador. Sabedores de ello, los creadores del juego han puesto en descarga gratuita la banda sonora completa desde su página web www.bigbangmini.com, para poder ponerla de fondo cuando queramos y no quitarnos el juego de la cabeza en ningún momento.
Big Bang Mini Tiene forma de tarjeta de Nintendo DS pero no debemos dejar que nos engañe. Se trata de una pastilla de ácido, de un potente alucinógeno que va a consumir todas nuestras neuronas, una a una, hasta que no desbloqueemos todos los niveles y retos que plantea. Por el poco precio que vale, merece la pena hacerse con esta pequeña producción que no va a reventar las listas de ventas pero que va a tener a la crítica (y a los usuarios que se hagan con él) muy contentos.