El iPhone se ha revelado de forma sorprendente como una plataforma de videojuegos repleta de posibilidades. A sus funciones táctiles y de detección de movimiento, se le ha unido un potencial técnico insospechado, que ha llevado muchos a hablar de superioridad respecto a las consolas en una categoría a la que en principio no pertenecía el móvil de Apple.
OnLive, por su parte, se ha convertido en una noticia-terremoto que ha llevado a todos los analistas del videojuego a pensar en un antes y un después. El fin del hardware como lo habíamos conocido, el videojuego por encima de los soportes. Que haya conexiones de suficiente ancho de banda y un catálogo atractivo para hacer del sistema la herramienta definitiva, es considerado una mera cuestión de tiempo.
No obstante las cosas no inquietan lo más mínimo a Nintendo, al menos a tenor de lo afirmado por el presidente de su división americana. Por un lado apuesta por las consolas como soporte y cree que con ellas actualmente las necesidades están cubiertas. Sobre el iPhone, cree que la nueva revisión de DS, la DSi, es muy diferente a los planes que Apple tiene para su terminal móvil. Sin costes mensuales ni suscripciones obligatorias como los aparejados al teléfono, todo en su opinión se basa además en el contenido, donde ellos están muy especializados y sacando el máximo rendimiento a sus prestaciones. Además, haber desarrollado un DSiWare para adquirir juegos en línea como WiiWare, cree que hará de esta el producto más atractivo.
A lo que no se refiere y que es por el momento una de las mayores críticas de los usuarios al iPhone es al tema del manejo. Mientras en DS la comodidad es una de sus señas de identidad los usuarios no parecen del todo conformes con los controles de los juegos en iPhone, en la que es hasta la fecha la crítica más habitual al producto.