Apoyado por el motor Unreal y cargado de humor, Larry vuelve a las andadas para ayudar a su tío en unas tareas en el estudio de cine. Además el plató está lleno de chicas guapas con las que ligar... ¡No necesitamos nada más!
De esta manera, en los primeros compases puede dar ya la sensación de que no tenemos espacio para hacer lo que queramos, pero es cuando llegue el momento de ponerla a prueba cuando comprobaremos que este Larry tiene más defectos que virtudes. Para empezar, esa “libertad” se ve drásticamente reducida al comprobar que sólo podremos ir a recoger misiones a un punto del mapa. Al comienzo de cada una de éstas, habrá unas escenas de introducción en la que nos explicarán nuestra tarea (normalmente junto a una conversación que pretende ser graciosa con poco éxito empleando frases subiditas de tono) y según vayamos avanzando, podremos visitar algún que otro plató de superproducciones muy conocidas para seguir haciendo misiones que cada vez se antojarán un poco más repetitivas. Poco más.
Para cada una de nuestras tareas nos podemos valer de un mini mapa situado en una esquina de la pantalla, algo útil ya que normalmente nos tocará ir de un punto a otro, a menudo con un tiempo límite definido. También será posible ir más rápido gracias a los (escasos) vehículos que encontremos aparcados, aunque a veces entre la caótica cámara y los fallos, veremos cosas muy curiosas a la par que desesperantes, como que se nos quede enganchado el coche en los sitios más insospechados, obligándonos a tener que reiniciar la misión.
Por si fuera poco, si tenemos que buscar a alguien en el interior de un edificio, es muy posible que nos toque perder un valioso tiempo buscando la entrada, debido a que hay muchas puertas falsas muy molestas cuando se va contrarreloj.
Un tema aparte es el aspecto gráfico. No se puede decir que sea rotundamente malo, pero realmente no cumple con las expectativas en los tiempos que corren. Es increíble que funcione bajo el motor Unreal con unos resultados tan poco brillantes, en muchas ocasiones da la sensación de que se han dejado cosas a medio terminar, con detalles que afectan en muchos casos a la jugabilidad, empeorando la sensación global de calidad del título. Eso sí, en otros momentos no hace falta ningún factor externo para desesperarnos. Habrá saltos desesperantes que a priori deberían ser muy fáciles, pero debido a la imprecisión en el control de Larry se convertirán en una ardua tarea bastante desquiciante. En determinados lugares nos tocará luchar contra enemigos y el botón de salto se convertirá automáticamente en el de ataque limitando nuestros movimientos. Resumiendo, un juego que podría haber sido mejor en muchos aspectos, pero que por una sensación de inacabado en demasiados detalles lo convierten en un título no recomendado casi ni para los más fanáticos de la serie.