Regularmente, cumpliendo con la periodicidad prácticamente anual, los videojuegos son los culpables de los males de la juventud en un ataque irresponsable y tendencioso de los medios de comunicación. Una vez más, el entretenimiento de vanguardia sigue molestando a quienes aún no tienen intereses comerciales en el sector.
Poco bueno y biensonante puede decirse de quien dice algo tan burdo como que los videojuegos "no sólo banalizan la violencia, sino que se mueven en un mundo donde es normal mantener actitudes machistas, discriminadoras e intolerantes", pero también es verdad que si poco caso hay que hacer al director técnico de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (un departamento que tal vez deba sus permanentes fracasos a la desorientación y pérdida de tiempo de sus integrantes), la culpa pasa pues a quienes escuchan estos atropellos y los amplifican, conscientes de no estar afectando a su imagen también cuestionada varias veces. Como de costumbre, la cadena televisiva tricolor, se apunta en posición de lujo y bien armada de piedras para iniciar la lapidación. Ya quedan lejos aquellos días en que sus ataques enconados iban contra una internet que temían por su importancia, y a la que culpaban de miles de males hasta que se metieron de cabeza en esa mina millones para especuladores llamada Terra (del mismo grupo económico). Como ni tienen ni tendrán -en un futuro próximo- representación en el videojuego, aprovechan para fagocitarlo cada vez que tienen ocasión, vendiendo estulticia por estupor, demostrando una vez más la incompetencia bandera de la casa.