Red Factión se convirtió en un shooter de culto principalmente por dos motivos. El primero fue dotar al juego de un argumento absorbente potenciado de forma magistral por su gran ambientación. El segundo la presentación del motor Geo Mod, un avance técnico que nos permitía destruir gran parte del escenario, para obtener ventajas en combate o fabricarnos ocasionalmente un camino alternativo. Sin duda fue la sensación del momento a pesar de las lógicas limitaciones impuestas por el hardware de la época.
Tras una decepcionante segunda parte lanzada en el año 2002, fuimos gratamente sorprendidos por el anuncio de un nuevo Red Faction durante el E3 de 2008, si bien nos quedamos un poco expectantes frente al resultado final debido al cambio de perspectiva impuesto en favor de una visión en tercera persona y otras novedades que cambiarían el concepto por completo.
Su argumento nos lleva a Marte, donde nos daremos cuenta de que en Red Faction no solo lucharemos por la libertad, sino que disfrutaremos ampliamente de ella. Volition ha transformado Guerrilla en un sandbox, un juego abierto a lo GTA donde múltiples misiones nos esperan por todo el mapa. Un mapeado, inicialmente limitado, que es realmente gigantesco y que está formado por grandes sectores que se comunican entre sí, por lo que la utilización de vehículos será imprescindible, haciendo muy necesario utilizar los pisos francos que la guerrilla tiene a lo largo de cada zona para evitar grandes desplazamientos. Por fortuna, a partir del tercer sector podremos comprar una mejora que nos permite viajar automáticamente al piso franco elegido, siempre y cuando bajemos el nivel de alerta.
A pesar de que podemos intentar ir directamente a por los objetivos más jugosos, la estructura del juego está montada de forma que resulta mucho más conveniente ir minando poco a poco el poder que la Edf tiene en cada sector, para luego atacar los objetivos importantes con menos riesgo, algo parecido a lo que vimos en Crackdown, a pesar de tratarse de juegos tan distintos. Cuanto mayor número de misiones secundarias realicemos, mayor apoyo obtendremos de la población, trabajadores oprimidos que no dudarán en unirse a la facción como guerrilleros. De hecho si hemos limpiado el territorio circundante antes de realizar cualquier misión, pronto comprobaremos cómo acuden aliados a la zona para luchar junto a nosotros, dificultando el camino a los inevitables refuerzos enemigos.
La estructura de las misiones señaliza en el mapa las distintas opciones disponibles en función de su importancia: Misiones secundarias, estructuras o edificios del Edf, misiones de guerrilla, liberación de rehenes, transporte de vehículos robados, etc. así como los objetivos con la imagen del puño cerrado cuyo cumplimiento hace avanzar la historia. La variedad y diversidad de las opciones al margen del modo historia es una de las mejores cualidades de RF: Guerrilla.