Punch-Out fue un arcade de 1984 que tuvo su versión para Nes en 1987 y que usaba el concepto de las máquinas portátiles ‘Game & Watch’ de pulsar apenas un par de botones para realizar todas las acciones. Ese concepto se aplicó a un juego de boxeo con gran éxito pero no se recuperó hasta pasado un lustro, cuando en 1994 vimos Super Punch-Out, el mismo juego con nuevos gráficos. Ahora, 15 años después de aquella secuela llega su remake en formato Wii y con peligro de acercamiento de muchos casuals que quedarán atrapados con un juego que explota toda la esencia de los buenos clásicos. En eso se basa este ‘nuevo’ Punch-Out.
La versión de Wii ha sido desarrollada por el equipo americano Next Level Games en estrecha colaboración con Nintendo, y se nota el gran trabajo entre ellos desde el primer momento, tanto en los diseños de personajes, uso de las músicas (recuperando el tema principal de la saga), inclusión de créditos finales en las opciones (algo que solo sucede en los juegos occidentales) jugabilidad estilo Nintendo y ese toque retro que emana en cada una de las animaciones que pueblan este disco. Punch-Out no es que haya sido nunca una saga de referencia con miles de adeptos, y sorprende la vehemencia con la que se ha tratado este estreno. Con sólo dos títulos anteriores y ningún guiño en otro juego, esta entrega no deja de ser un capricho de un grupo de seguidores empeñados en ofrecer algo nuevo al encorsetado panorama de Wii, que, reconozcámoslo, anda algo raro con tanto ‘New Play Control!’ y secuelas de franquicias en los últimos tiempos.
Resulta gracioso que entre la cantidad de juegos que la casa del fontanero podía haber recuperado (como el mismo Kid Icarus, un juego de culto para Nes del que los aficionados llevan suplicando una secuela desde hace veinte años) se hayan decantado por este juego de boxeo. El éxito ahora no depende ya tanto del resultado de la entrega, sino del boca a boca de los aficionados y la recomendación que puede hacerse de este, ante todo, diverto título.
No es un prodigio técnico. No hace que Wii pueda presumir de tener un gran programa en sus entrañas. No presenta ninguna novedad jugable o rompedora... y, sin embargo, Punch-Out de Wii es muy recomendable, los más talluditos disfrutarán con él como hacía tiempo que no sucedía y hará que los más jóvenes descubran que para pasar un buen rato ante la consola no hacen falta ni apabullantes gráficos ni una dificultad complicada. Solo hace falta el buen hacer un grupo de fans programadores y mucho cariño.