El mismo juego, para las nuevas generaciones
‘Next Level Games’ recupera la entrega de Nes y le da un lavado de cara completo. Regresa Doc Lousi, el entrenador, y Little Mac, con sus ansias de títulos. El árbitro ya no es Mario, pero es un tipo con bigote y perilla que homenajea al guiño del primer juego. Los contrincantes a los que nos enfrentamos proceden tanto de la entrega de Nes como de la de Super Nes y tenemos tipos nuevos diseñados para la ocasión, sin contar con los cameos y personajes desbloqueables. Tres torneos a superar y muchos desafíos para cada personaje, Y todo realizado con gran sencillez y accesibilidad. Es de agradecer. Y por ello, Punch-Out se coloca entre nuestros favoritos.
Tres acciones básicas: izquierda, derecha y agacharnos. Un plano de cámara fija, siempre detrás del personaje protagonista. Dos tipos de golpe, puñetazo y gancho. Y un golpe extra, el golpe estrella, que se ejecuta pulsando un botón. No hace falta más para tenernos entretenidos tardes enteras. La gracia está en aprender las rutinas de los enemigos y fulminarlos luego de la manera más rápida para lograr superar retos y récords, así como terminar con los tres circuitos iniciales en los que podemos jugar en un principio, desbloqueables a medida que eliminamos contrincantes.
Ahora bien. Un lanzamiento de Wii parece que por narices ‘debe sacar un supuesto provecho’ del control de la consola y es ahí donde Punch-Out falla de forma alarmante. Un planteamiento que se basa en el concepto de las maquinitas portátiles de hace dos décadas no necesita (ni es bueno ponerle) control de movimiento. En este caso, la imposición es reversible, y podemos jugar con el mando de Wii en posición horizontal como si un controlador de Nes se tratase y disfrutar de esta forma de sus maravillas. Si por el contrario, queremos complicarnos la vida o fardar del “prodigio técnico” entonces tenemos disponible el control con Nunchuck y Wii Mote, que convierte el resultado en una versión ‘hardcore’ del Boxeo del Wii Sports y si le añadimos el control de movimiento con el Wii Balance Board entonces tendremos como resultado un programa de boxeo difícil, complicado y agotador. Si lo que quieres es bajar unos kilos, ésta es tu compra, desde luego, aunque no fuese la intención inicial de los desarrolladores.
Por tanto, si olvidamos el desastre que supone el control con los mandos y sensores de movimiento (bendito el día en que decidieron dejar el control tradicional disponible entre las opciones), nos quedamos con que Punch-Out de Wii es un juego a la vieja usanza, creado para recuperar una esencia cada vez más olvidada en el mundo del videojuego: que esto en el fondo es para pasarlo bien, entretenernos un ratejo y luego hacer nuestra vida sin obsesionarnos con nada más. El aroma a clásico que desprende se agradece, y las nuevas generaciones tienen con este lanzamiento una forma de encontrarse con el entretenimiento puro que suponían los 8 bits de Nintendo de antaño, que no es poco.