Hace dos años y dos meses uno de nuestros redactores no daba crédito al anunciar la adaptación a videojuego de la película Dirty Dancing, tema que todavía merece estupefacción y una seria reflexión sobre los vericuetos por los que camina la industria en estos tiempos. Con una motivación similar, que no esconde la rentabilización de una marca de éxito y que en un cierta manera es lógica atendiendo al auge de los productos musicales como videojuego (y que cintas como la que nos ocupan han dejado de generar muchos royalties por la película), le llega el turno a Grease.
Probablemente se trate del musical más querido y uno de los símbolos de la carrera de John Travolta, una cinta sobre la que su director Randal Kleiser cuando lo entrevistábamos hace un año nos decía que "(en Grease) funcionó un tipo de magia que, desgraciadamente o no, quién sabe, ningún realizador sabe cómo conjurar pretendiéndolo". Así, su historia ha acabado siendo un mito intemporal a pesar de su vinculación a los años 60 (rodada en 1978 es una de las muestras del permanente culto a esa década) y su inocencia, siendo su banda sonora una de las que más culto reciben y han recibido desde su estreno, con algunas de las canciones más reconocibles que han ido pasando a través del tiempo de generación en generación.
El anuncio de esta adaptación, ha sido realizado por Nintendo e implica a 505 Games como desarrolladora. Aparecerá para los "sistemas Nintendo" (el plural supone necesariamente versión Wii y DS) y promete que "los jugadores podrán cantar y bailar con Danny, Sandy, The Pink Ladies y los T-Birds [...] empleando a todo rendimiento el sistema Wii-motion, el micrófono y la stylus en DS".
Por si alguien duda de la convicción de los responsables (o de la voluntad al aparentarlo) "Grease es la oportunidad ideal de alcanzar una audiencia de jugadores amplia que adoran cantar, bailar y divertirse con un juego de estilo festivo". En estos tiempos puede que Kavanagh -vicepresidente de Paramount y autor de estas declaraciones- incluso tenga razón.