La indignación crece entre los usuarios de estas salas, ante una medida que en todo caso no es definitiva.
La proyectada equiparación de los cibercafés que tan de moda se han puesto en los últimos años, con las Salas de Juego que impiden la entrada al recinto de menores de 18 años, ha levantado llagas en varios sectores. Tanto empresarios que quedarían desprovistos de una cantidad importante de su clientela, como los usuarios menores de edad que se reúnen para jugar partidas en red, manifiestan un gran malestar por una medida incomprensible y que parece extender la persecución a lo desconocido con el fin de evitar peligros absurdos. Pese a que la medida todavía está lejos de devenir ley, ya hay quien habla de tomar las medidas necesarias para impedir su entrada en vigor.
En breve, más información.