Llegará en marzo, como nueva secuela de la ecatombe SEGA, y como fin de la transitoria orfandad de los títulos más emblemáticos de la marca del puercoespín, precisamente el que abrió la brecha.
Desde la confirmación de que Sonic iba a trascender sobre SEGA como productora de hardware, todo era posible en el mundo de las transgresiones de los símbolos de la marca. Su más emblemático título de lucha, abanderado de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo en modalidad poligonal, pasará en el 2002 a combatir con su máximo rival Tekken en la morada de este último. Aparte de la buena noticia que supone acicatear el nivel del programa de Namco, son muchos los seguidores heridos que observan exhaustos como ya nada queda de SEGA como rival de soporte alguno, y como aquello de que se limitaría a ser una third partie más, es del todo cierto.
Una lástima, aunque sea una buena noticia para los poseedores de una PS2.