Dicen que cuando el río suena, agua lleva. En tal caso, algo de cierto deben tener los crecientes rumores de que se prepara una segunda generación de GBA con cambios 'sustanciales'.
Comentabamos cuando tuvimos en nuestras manos la primera Game Boy Advance, que los problemas de iluminación mermaban su portabilidad debido a la necesidad de contar con una luz directa cerca. La explicación de la carencia de retro-iluminación era del todo comprensible, el elevado consumo de pilas podía menoscabar la buena autonomía que tradicionalmente ha tenido el producto, y por ello la decisión parecía más o menos correcta. Quizá lo deseable habría sido contar con luz opcional, como decían algunos, y que pudiera desactivarse cuando no fuera necesario. Pero en todo caso lo cierto es que problemas similares se tenían con la Game Boy Color, sólo que aquí se agravaban por una mayor densidad gráfica, y en ciertos juegos como Castlevania hacían auténticos estragos.
Pero la pseudo-noticia (de momento Nintendo Europa se limita al característico "sin comentarios") es que la compañía nipona podría estar preparando una nueva versión que paliara este y otros defectos y que saldría a la venta con motivo de la próxima campaña navideña. A la espera de que esta sorprendente noticia se confirme, no podemos sino recoger desde aquí los comentarios de indignación que están profiriendo -con su parte de razón- aquellos aficionados que adquirieron el producto nada más salir demostrando su lealtad a la marca, y que ahora van a quedarse con una máquina con una tara reconocida oficialmente.